Vamos a descubrir la historia de un alimento extendido por todo el mundo que fue de gran ayuda en épocas de hambruna: LA PATATA.
La historia de la patata está rodeada de misterios y de claro/oscuros que nos llevan de la crónica real a las leyendas.
En 1492, cuando los primeros españoles llegan a los Andes chilenos-peruanos descubren unas plantas que se cultivan a gran altitud, en lugares muy pedregosos y que era uno de los principales sustentos de los habitantes de estas regiones.
Lo que tenemos claro es que la patata es oriunda de los Andes chilenos y peruanos. Su cultivo se remonta a unos 8.000 años (a.C.) en áreas montañosas donde no crecía el maíz que era el alimento principal de los Incas. El explorador español Gonzalo Jiménez de Quesada, la descubrió en 1537 pero la planta no está documentada en España hasta 1570.
Las primeras patatas, de la especie Andigena del Perú, llegaron a España en 1560. Fueron presentadas como curiosidad botánica que florecieron en los jardines y macetas durante muchos años antes de ser consideradas comestibles.
De España pasó a Portugal, Italia y Francia. A Inglaterra e Irlanda llegó sobre 1586 y en 1610 a Holanda. En toda Europa se usó principalmente como planta ornamental de jardines y patios, pero pronto empezó su tímido consumo entre las clases más pobres.
En la Europa de los siglos XVI y XVII surge el debate sobre el consumo de las patatas como alimento. Unos le atribuyeron propiedades medicinales e incluso afrodisíacas. Otros la acusaban de ser la causante de muchas enfermedades al pertenecer a la familia de las solanáceas que son plantas con componentes venenosos. Esto hizo que durante muchos años permaneciera apartada de las mesas europeas por ser consideradas maléficas.
Fue un farmacéutico francés, Parmentier, quien la dio a conocer en toda Francia como agradecimiento al sobrevivir gracias a ella cuando fue hecho prisionero por los prusianos. Afirmó que las patatas le habían salvado de morir de hambre a él y a miles de compañeros
Posteriormente Parmentier, escribiría un libro titulado “El tratado de la patata” para su presentación ofrece al rey un banquete hecho exclusivamente con patatas cocinadas de diferentes formas. Parmentier es laureado por el monarca y a partir de entonces el pueblo se alimentó con patatas para luchar contra las hambrunas que acechaban a los europeos de aquellos tiempos.
En España, las grandes áreas de cultivo de la patata se situaron en zonas próxima a donde llegaban los barcos del Nuevo Mundo. Por ello fueron Andalucía y Galicia, primero y el País Vasco, después, donde antes se tienen referencias de plantaciones y calidades de patatas. Lope de Vega es el primero que nos habla de la patata de Málaga en su comedia “El hijo de los leones” donde además de ofrecernos la más opípara descripción de la olla podrida nos hace referencia a las patatas cocidas.
En textos sobre costumbres y gastronomía española se lee: “Las patatas, alimento natural, acompañadas de carne se comen diariamente…”. Sabemos entonces que en aquellos años ya se usaba la patata como acompañamiento de otros productos o ingredientes. Nuestro erudito Alvaro Cunqueiro nos dice que la patata se extendió en Galicia hacia el año 1750.
Después de darnos una vuelta por la historia de la patata vamos a descubrir las diferentes variedades.
Son miles las variedades que están catalogadas en todo el mundo pero nosotros nos vamos a centrar en las que más utilizamos.
MONALISA, se dice que es “la reina de las patatas”. Es una de los tipos de patatas más vendidos. No se rompe durante la cocción y al freírlas absorben poco aceite. Por lo tanto, es ideal para guisar, hornear y, por supuesto, para las tortillas de patatas.
KENNEBEC, es otra de las variedades triunfadoras. Dentro de esta variedad se encuentran la “pataca de Galicia” y las “patatas de Prades” de Cataluña. Presentan un sabor más pronunciado que las anteriores. Se recomienda usarlas para asar, cocer y en guisos.
SPUNTA, es una patata semitardía, destaca por su forma alargada y sabor suave. Es muy común en el Norte de España y suele emplearse (cocidas) en ensaladas.
AGRIA, es muy amarilla por dentro. Contiene un nivel bajo de azúcares y se dice que es la patata que debes emplear si quieres conseguir las patatas fritas perfectas ¡Tiernas en el interior y crujientes en el exterior!. No son muy recomendables para cocción.
JAERLA, es una variedad temprana, muy recomendable para su cocción, empleándola mucho en ensaladas. Presenta una forma ovalada y por dentro es de color amarillo claro.
RED PONTIAC, Como su nombre indica, es una variedad roja por fuera y blanca en su interior. Esta variedad aguanta bien la refrigeración. Presentan una textura harinosa y son ideales para guisar.
DESIRÉE, perfecta para cocer. Queda blanda pero compacta
BARAKA, es de color amarillo clara y es una variedad para freír
NAGORE, como la anterior es adecuada para freír.
Seguro que como buenos «Catacaldos» disfrutáis de las patatas de muy diferentes maneras
¿Como las preferís? ¿Fritas, cocidas, guisadas, fritas, al horno…? ¿Hay alguna variedad que os guste más?