pollo

Pollo en salsa con setas

La carne de pollo nos permite una gran variedad de recetas ya que por su textura y sabor marida con  muchos de ingredientes. En esta ocasión hemos escogido una receta  de pollo muy sabrosa que  tiene la ventaja de ser económica y fácil de hacer.

Podemos prepararla con las setas que más os gusten (especialmente en época de setas) o con champiñones que podemos tener a nuestro alcance todo el año.

Ingredientes:   

1 pollo troceado  o podemos utilizar solo muslos (dos por comensal)

250 gr. de champiñones frescos o setas variadas

1 cebolla mediana

1 tomate maduro

4 dientes ajo

200 ml de vino blanco

20 ml de nata liquida para cocinar (podríamos utilizar leche evaporada)

Sal, pimienta molida y orégano.

Aceite de Oliva Virgen

 

Preparación:

Lavamos y secamos los trozos de pollo. Salpimentamos y en una  olla con un poco de aceite doramos el pollo  por todos lados.

Reservamos y en el mismo aceite rehogamos  la cebolla, picada menuda, a fuego medio/bajo hasta que este transparente (10 minutos).

Mientras lavamos y secamos las setas.

Añadimos los ajos (picados finamente) y el tomate rallado (sin piel). Salteamos 2 minutos el sofrito e incorporamos el pollo troceado, mezclamos bien y añadimos los champiñones o setas  y el vino.

Después de dar un hervor a fuego alto, bajamos la intensidad, tapamos la cazuela y dejamos cocer. Se puede añadir un poco de agua pero no mucha ya que buscamos una salsa espesa.

Pasados 30 minutos, añadimos la nata y dejamos que siga cociendo 15 minutos.

Comprobamos el punto de sal y añadimos el orégano en los cinco minutos finales.

¡¡Listo!! Y como guarnición nada mejor que arroz

¿Os gustan las recetas de pollo con salsa?  ¿Cuál es vuestra receta preferida?

¿Qué pollo prefieres…ecológico, granja, corral?

Estaremos encantados de recibir tus sugerencias y recetas de pollo.

Pollo al curry con arroz basmati.

Esta semana damos un salto hasta la India para preparar una receta de la gastronomía hindú con todos sus aromas, contrastes y sabores tan especiales: Pollo al curry con arroz basmati.

Como os podéis imaginar la receta  del  pollo al curry en su país de creación es mucho más especiada e intensa. La que os proponemos en este post es más suave pero muy próxima a sus orígenes.

En esta receta de pollo el curry es el ingrediente estrella   (una mezcla de varias especias: cúrcuma, jengibre, cardamomo, canela, cilantro, cayena…)  Diferentes  sabores que, combinados adecuadamente entre sí, consiguen una receta con mucha personalidad y una infinidad de matices.

Esta receta se puede preparar con nata pero os recomendamos utilizar leche de coco para conseguir un pollo al curry más ligero, aromático y más auténtico.

¡Comenzamos!

Ingredientes:

600 g de pechuga de pollo limpia (Os recomendamos pollo de corral por su carne más tierna)

1 lata de leche de coco de 250 ml

1 cebolla mediana

5 cucharadas de tomate triturado

3 cucharadas de aceite de girasol

3 cucharaditas de curry

1 cucharadita de comino

2 cucharaditas de cúrcuma

1 trocito de jengibre fresco

1 diente de ajo

1 cayena pequeña (opcional)

6 almendras picadas

Arroz basmati como guarnición

Preparación:

Primero tenemos que marinar el pollo con las especias

Machacamos  el comino y la cayena (opcional) en un mortero hasta reducirlos a polvo. En un recipiente mezclamos todas las especias (comino y cayena ya machacados con  el curry y la cúrcuma) con el tomate triturado hasta convertirlo en una pasta. Si vemos que queda un poco seca podemos añadir más tomate.

Cortamos la pechuga de pollo en trozos cuadrados, los ponemos en un recipiente amplio  y los embadurnamos con la mezcla de especias hasta que queden bien cubiertos.

Tapamos el pollo con papel film y lo dejamos marinar en la nevera mínimo UNA hora.

Mientras, cortamos la cebolla en brunoise (en cuadraditos pequeños) y el ajo lo más finamente que podamos.

Calentamos en una sartén el aceite y añadimos el ajo y  la cebolla. Lo pochamos todo a fuego lento hasta que la cebolla esté transparente. Este proceso tardará unos 10/12 minutos aproximadamente. Si tapamos la sartén el vapor ayuda a cocinar la cebolla sin que se dore.

Cuando la cebolla esté bien pochada picamos el jengibre bien finito y añadirlo a la sartén. Lo salteamos durante un par de minutos.

Sacamos el pollo macerado de la nevera  y lo agregamos a la sartén. Salteamos todos los ingredientes durante un par de minutos hasta que el pollo coja un poco de color.

Agregamos la leche de coco, bajamos un poco el fuego y dejamos que se reduzca la salsa durante unos 10/12 minutos. Es mejor que la salsa no esté excesivamente espesa para que al añadir el arroz basmati el resultado sea untuoso y suave.

Añadimos las almendras picadas, mezclamos y damos un pequeño hervor.

Servimos el pollo al curry con arroz basmati, el mejor acompañamiento por su sabor neutro y suave.

¿Cómo lo veis? ¿Os animáis? ¿Os gusta la comida hindú? ¿Qué otras recetas preparáis con curry?

¡Cada gallina a su gallinero!

Uno de los animales de mayor consumo en el mundo desde la antigüedad son las gallinas y los pollos.

Se cree, que en un principio, posiblemente, fueron aves de caza, que poco a poco el hombre fue domesticando. El hombre en el período neolítico utilizaba estas aves para consumir sus huevos sin hacerles daño.

Las gallinas vivían alrededor de los asentamientos, aunque con seguridad, no como lo hacen en la actualidad, estas personas no las alimentaban ni cuidaban, pero se servían de ellas, comiendo sus huevos sin matarlas.

La domesticación de la gallina, tuvo su origen en la India, que es la cuna de la gallina silvestre, posteriormente en el antiguo Egipto, también se domesticó gallinas, y descubrieron la incubación artificial. Estas prácticas se extendieron a Grecia, y luego a Roma, en donde la avicultura adquiere una gran difusión y se da inicio al descubrimiento de otras prácticas que aún hoy se utilizan en los pueblos españoles.

Según un estudio del “Sistema de información de diversidad de animales domésticos” existen en el mundo 2.629 razas de gallinas domésticas registradas que se subdividen según función:

  • Gallinas ponedoras.
  • Gallinas de carne.
  • Gallinas doble propósito.
  • Gallinas de adorno o fantasía.

En este post nos vamos a centrar en la forma de cría de las gallinas: Industrial, ecológico y de corral.

  • Pollo industrial, criado en jaulas y con piensos artificiales, tiene una media de vida de 40 días, en los cuales su único cometido es comer hasta el día del sacrificio. Es uno de los pollos más comunes y consumidos en todo el mundo. La normativa en cuanto a tamaño de  las jaulas, número de animales por espacio y normas de higiene es muy estricta y ha establecido numerosas mejoras.
  • Pollo ecológico, debe ser criado superando los 81 días de vida, su alimentación como su nombre indica es ecológica, componiéndose principalmente de trigo, guisantes, cebada, todo ello ecológico y libre de transgénicos. Estos pollos si disfrutan de movilidad por las granjas o campos de cría. Todos estos procesos tiene que estar controlados y certificados.
  • Pollo de corral, criado durante más de mes y medio, este animal es alimentado con un porcentaje del 70 % de cereales, siendo un 50% maíz, el resto son productos orgánicos y pastos que comen del suelo. El maíz es el responsable de ese color amarillento que adquiere su piel. Viven en granjas en el campo, tienen mucho espacio para vivir y moverse libres. Estos pollos vienen certificados.

Por supuesto la forma de crianza y alimentación influye en la ternura de la carne, el color, sabor y el tamaño del animal.

¿Cual es tu elección? ¿Al comprar pollo o huevos te fijas en la forma de cría? En Carnes Morán podrás asesorarte y escoger lo que más te guste.

Patatas rellenas de pollo

En estas fechas nos reunimos alrededor de las mesas comensales de todas las edades. Recetas más elaboradas y sofisticadas son perfectas cuando todos son adultos pero si hay niños es conveniente pensar en ellos para que se sientan cómodos sin recurrir a empanados y rebozados.

Patatas rellenas de pollo es una solución perfecta para el día de Navidad o reunión familiar con niños. El pollo es un alimento que gusta a todos y no es graso. No es una receta complicada y nos llevará poco tiempo su preparación. Podemos prepararla con antelación y gratinar en el último momento.

¡¡Empezamos!!

Ingredientes para cuatro personas:

  • 4 patatas grandes
  • 1 pechuga entera de pollo (Podemos cortarla en pequeñas tiras o picarla)
  • 150 gr. de beicon ahumado picado (se podría utilizar jamón)
  • 1 cebolla mediana.
  • ¼ de pimiento rojo.
  • Queso para gratinar.
  • Aceite de oliva.
  • Sal y pimienta negra o blanca molida. (al gusto).
  • Tomillo.

Preparación:

Cocemos las patatas, previamente lavadas, hasta que estén tiernas (30/40 min) y las dejaremos enfriar.

Cortamos la tapa superior y vaciamos su interior dejando medio centímetro de grosor en toda la barquita. Reservaremos la pulpa extraída para más tarde.

Metemos las barquitas en el horno, previamente precalentado a 180 °C, dejándolas unos 15 minutos, hasta que estén crujientes.

Mientras, en una sartén con aceite sofreímos la cebolla muy picada, cuando esté transparente añadimos el beicon hasta que se dore. Ponemos el pollo en pequeñas tiras o picada, ya salpimentado, cuando coja temperatura la carne añadimos el pimiento rojo muy picadito. Remover todo durante dos minutos y añadimos la pulpa de la patata que estaba guardada. Mezclar durante cinco minutos más a fuego lento, añadiendo el toque de tomillo u orégano (según gusto)

Rellenamos las barquitas crujientes con la mezcla de pollo.  Cubrimos con el queso.

Metemos al horno a gratinar hasta que se dore.

El resultado es una patata muy cremosa y suave gracias a la carne de pollo.

¿Qué propuestas  nos sugerís para celebraciones con niños?  ¿Cuál es vuestro menú en estos días? El pollo relleno, también, es una magnifica solución, en Carne Morán podrás encontrarlos ya rellenos y listos para asar.

Pollo al horno con champiñón

Hoy nos hemos decantado por una receta de pollo, una carne blanca, baja en grasa y que nos ofrece muchas posibilidades en su forma de cocinado.

Reconocemos que hemos escogido esta receta,  además de por su jugosidad y mezcla de aromas otoñales,  porque la preparamos al horno sin ningún esfuerzo,  solo tenemos que dejar que se cocine tranquilamente.

¡¡Empezamos!!

Ingredientes:

  • Cuatro muslitos de pollo.
  • ½ cebolla
  • ½ pimiento verde
  • Champiñón Portobello Cantidad al gusto (8/10)
  • 1 tomate rojo y duro o 6 tomatitos cherry
  • 200 ml de vino blanco
  • Orégano y Romero

Preparación:

Precalentamos el horno a 200ºC

Pelamos y cortamos la cebolla en gajos.

Lavamos y cortamos el pimiento en juliana.

Lo ponemos todo en una fuente de horno. Salpimentamos y  añadimos un chorrito de aceite de oliva. Mezclamos bien.

Lavamos los muslitos de pollo y los salpimentamos. Los frotamos con un poco de aceite de oliva, espolvoreamos el orégano y ponemos sobre las verduras.

Bajamos la temperatura del horno a 180ºC e introducimos la fuente con el pollo.

Pasados 15 minutos, giramos  el pollo y regamos con el vino blanco.

Dejamos hacer otros 15 minutos volvemos a dar la vuelta a los muslitos y añadimos el champiñón (previamente lavado y cortado en cuartos) y el tomate en rodajas ( sin son cherry acortados a la mitad). Ponemos ramitas de romero. Volvemos a introducir en el horno y dejamos hacer hasta que los muslos se doren, unos 25/30 minutos más.

Si es necesario se puede añadir un poco de agua a la cocción.

Y….¡¡Listo!!

Ya podéis saborear esta estupenda receta.

Si como buenos “Catacaldos” os gusta variar podéis suprimir el tomate y en lugar de vino blanco añadir cerveza.

Solo nos queda pensar en la guarnición… ¿Patatas asadas? (se pueden hacer a la vez en el horno) ¿Arroz?

¿Qué preferís? ¿Os gusta el champiñón portobello? ¿Qué otras setas Incluirías?

¡¡Cuéntanos tu receta!!

Prepárate para una deliciosa fusión de pollo y langostinos

Mar y Montaña

Pollo con langostinos (o gambas)

Ingredientes: (4 personas)

  • Un pollo (troceado)
  • 3 langostinos por persona o 6 gambas
  • Una cebolla mediana
  • 2 tomates rojos y grandes
  • Una copa de coñac
  • 500/600 ml de caldo de pescado
  • Aceite, sal y pimienta

Para la picada:

  • Una rebanada de pan del día anterior
  • Almendras (12 almendras)
  • Un puñado de piñones
  • 2 dientes de ajo

Preparación

En una cazuela, mucho mejor de barro (que en Carnes Morán  somos muy pro-pueblo), con aceite, salteamos los langostinos o gambas. Reservamos.

En el mismo aceite, doramos los ingredientes de la picada, el pan (desmenuzado), las almendras, los piñones y los ajos, todos picados finamente. Reservamos

Salpimentamos los trozos de pollo, los doramos en la cazuela. Reservamos.

En la misma cazuela, ponemos la cebolla picada finamente y la  dejamos  pochar, añadimos el tomate triturado. Salpimentamos. Dejamos hacer (15 minutos).

Mientras, machacamos la picada en el mortero y añadimos la copa de coñac, lo mezclamos bien.

Cuando el sofrito del tomate esté casi listo echaremos el pollo y la picada con el coñac y lo dejaremos unos minutos a fuego fuerte para que se evapore el alcohol.

Cubrimos el pollo con el caldo de pescado y lo dejamos cocer durante 40 minutos (si durante la cocción observamos que se va secando se puede añadir más caldo pero no debemos olvidar que la salsa, gracias al majado, quedará espesa y muy sabrosa), pasado este tiempo comprobamos el punto  de sal y añadimos los langostinos. Damos el último hervor (5 minutos) y apagamos el fuego. Lo dejamos reposar.

Y…¡¡ listo!!

¡¡Súper fácil!! ¿Preparados para hacerla este fin de semana?

Si tenéis dudas ya sabéis que estamos encantados de ayudaros y por supuesto, felices de que compartáis en nuestro Facebook  vuestras experiencias.

¡Hasta pronto Catacaldos!

¿Al mar o a la montaña?

Pero, ¿a dónde nos vamos? ¿al mar o a la montaña? ¡Qué difícil elección! Todo dependerá de tus gustos, circunstancias y preferencias. Aunque…¿por qué escoger, cuando se puede tener todo?

Cuando hablamos de mar y montaña en gastronomía podemos tenerlo todo: productos del mar, del campo y de la huerta ¡en un mismo plato!

Si exploramos un poco en sus orígenes descubriremos que, tienen un punto en común: los países del Mediterráneo y por supuesto la dieta Mediterránea, donde la pesca y la caza se alían como medio de subsistencia.

En épocas de escasez se recogían moluscos y peces en el mar, se cazaban conejos y en muchas granjas eran afortunados por criar cerdos. Se unían todos estos ingredientes junto con verduras de las huertas y cereales como el arroz consiguiendo platos muy completos. ¡Esto es una demostración de que el ingenio se agudiza en momentos de dificultad!

Como resultado de la necesidad, surgió una gran tradición de mezclar ingredientes del mar y la montaña que ha llegado hasta nuestros días en forma de deliciosos arroces de pollo o conejo con diferentes crustáceos y verduras.

“Arroz meloso con pollo y marisco”

Es en Cataluña donde este tipo de platos populares ha alcanzado su máximo exponente.

Las combinaciones más frecuentes son carnes (pollo o conejo) con crustáceos y cefalópodos (langosta, gamba, sepia, calamar…) Se cuecen a fuego lento y en cazuela de barro consiguiendo una salsa para “mojar pan” mientras disfrutamos de…

Albóndigas con sepia, pollo con cigalas y butifarra, pato con langostinos, pollo con gambas….

En las recetas de mar y montaña todos los ingredientes tienen su importancia. Una correcta combinación de los productos nos dará un equilibrio de sabores y con un buen sofrito y majada conseguiremos una excelente salsa.

Os facilitamos un par de trucos básicos para que consigáis una salsa de “rechupete”:

– El secreto está en cocinar a fuego lento, dorando lentamente los ajos picados, el pan desmenuzado, las almendras y los piñones, también picados. Retiramos y en el mismo aceite se pocha la cebolla, cuando se ablande se añade el tomate y chup, chup….lentamente 20 minutos. En un mortero se maja la mezcla de piñones, almendras, pan y ajos, antes de incorpóralos a la salsa. Esta mezcla es la que dará consistencia y espesor.

– Y por supuesto, no debemos olvidar que a la hora de añadir vino a la preparación “no todo vale”. El aroma impregna la preparación. Así que para estas recetas de sabores intensos nada mejor que un buen coñac. Por favor, hemos dicho…¡¡BUEN COÑAC!!

Ya sabemos que sólo estos sencillos trucos no son suficientes para que os pongáis el delantal y plenos de ilusión os lancéis a cocinar, así que ¡¡estad atentos al viernes!! No os dejamos solos, llegaremos con una receta de mar y montaña, sencilla y detallada para que triunféis y disfrutéis.

¡¡Qué afortunados somos todos “LOS CATACALDOS”, no tenemos que escoger, lo tenemos todo en un solo plato!!

Recordad que nos encanta conocer vuestra opinión y sugerencias así que no os cortéis y contadnos que os parecen las mezclas mar y montaña.

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