carne de buey

Seis razas de vacuno que debes conocer y probar

Según el Ministerio de Agricultura y Pesca hay, aproximadamente, 45 razas de vacas entre las destinadas a producción de leche y las de consumo de su carne.

Morucha, Rubia Gallega, Asturiana de los Valles, Retinta, Pardo Alpina…quizás te suenen estos nombres de razas tradicionales nacionales destinadas al consumo de carne y criadas en prados y montes de nuestro país.

La calidad y sabor de la carne depende de la alimentación y de la forma de cría (en libertad, producción en extensivo, explotaciones tradicionales…)

¡Vamos a ver algunas de las razas más características y especiales!

 

ASTURIANA DE LOS VALLES

Como su nombre nos indica viven en la Cordillera Cantábrica, alimentándose de los pastos de las montañas y de los valles (según la época del año) en pequeñas explotaciones tradicionales.

Es una raza que en los últimos años se ha cuidado mucho estando en estos momentos en expansión.

Su carne es tierna y jugosa, con grasa infiltrada como consecuencia de la alimentación natural y de las jornadas al aire libre en constante movimiento. El nivel de ácidos grasos insaturados es importante influyendo en el sabor y aroma característico.

 

RUBIA GALLEGA

Su lugar de origen está en Galicia y su origen en una raza local que se mantuvo en pequeñas ganaderías de subsistencia. En la actualidad se cría principalmente en Galicia (1.800 explotaciones) pero también se ha extendido a otras zonas del país.

En los últimos 20 años las explotaciones se han modernizado adaptándose a las nuevas normativas pero manteniendo su esencia.

La Rubia Gallega tiene una carne muy tierna y jugosa, con un sabor intenso y muy especial. Son animales de menos de diez meses alimentados de leche materna y forrajes vegetales elaborados con los pastos de las zonas de cría.

 

RETINTA

Nos trasladamos al sur de la Península concretamente a Cádiz y Extremadura para descubrir la raza Retinta. Es una de las tres razas puras de origen español junto con la Tudanca y la Morucha.

Su alimentación es diferente a las razas que hemos visto anteriormente (como consecuencia del clima de las zonas en que viven, más seco y caluroso), pues además de pasto se alimentan de ramas de encinas y musgos.

Su característica principal es su sabor delicado y particular que la hace diferente y única.

 

TUDANCA

Se cría en libertad en zonas altas (pasto de montaña) de Cantabria.

Es un animal de pequeño tamaño que pasta libremente y solo unos meses antes de su sacrificio se les alimenta de cereales. Este cambio de alimentación produce un veteado de grasa dentro del musculo y como consecuencia mayor ternura, jugosidad y sabor. El color de la carne es rojo intenso característico de las razas más rusticas con alto contenido en Omega-3.

 

MORUCHA (SALMANQUINA)

La raza Salmantina o Morucha desciende de desaparecido URO, un tipo de vaca de gran tamaño muy extendido por Europa hasta el año 1.600 D.C.

Es una raza que se cría principalmente en Salamanca pero también las hay en zonas de Zamora, Norte de Cáceres y en la Sierra de Madrid.

Su carne, de rojo intenso, con muy buena infiltración de grasa conocida como “MARMOLEO”.

Como consecuencia del respeto al ciclo de lactancia de las crías, la alimentación posterior en las dehesas con gran variedad de productos naturales y el constante ejercicio físico se produce una carne de gran calidad y sabor característico.

 

PARDO ALPINA (RATINA)

Estas vacas viven en los Montes de León considerados como uno de los mejores lugares para su cría por el clima de la zona (más bien seco).

El apodo de “ratina” procede de su color característico (grisáceo), es una raza mixta, también da leche.

Su carne es roja y sabor con diferentes matices dependiendo de la pieza que se consuma. La grasa envuelve a los músculos aportando un extra de jugosidad.

Como dice el refrán…”para gustos los colores” por lo que es difícil decir que raza de vacuno es mejor que otra. En esta ocasión hemos presentado las mejores consideradas por ganaderos y cocineros.

Sabemos que hay pequeñas explotaciones de variedades locales (que no llegan al mercado) y que son de gran calidad. ¿Conoces alguna?

¿Qué piezas son las que te gustan más…chuletón, lomo…? ¿Conoces algún restaurante donde disfrutar de alguna de estas razas de vacuno?

 

 

Consejos para un Roast-beef jugoso

Para  los amantes de la carne el roast beef (o rosbif)  bien cocinado es un plato exquisito, jugoso, tierno y de gran sabor.  Ofrece muchas posibilidades y admite gran variedad de guarniciones y usos: comidas, cenas ligeras, aperitivos rápidos, en bocadillos o sándwiches…

Aunque es un plato sencillo de cocinar os vamos a dar algunos consejos básicos para conseguir un roast beef perfecto:

 “Elección de la carne

Una pieza de calidad ya sea de ternera o buey, garantiza un buen resultado. Hay que escoger piezas tiernas y mejor con vetas de grasa intramuscular. También es conveniente que la pieza de carne que escojamos tenga una capa de grasa externa que aporte un extra de jugosidad.

Los cortes más adecuados para preparar el Roast-beef son el lomo (alto o bajo), la espaldilla, el solomillo, el redondo

“Aderezos”

Estas piezas necesitan pocos aderezos, con una condimentación básica de sal y pimienta sería suficiente. Frotaríamos toda la superficie unifórmenme.

Si nos gusta variar podemos añadir especias secas (romero, tomillo…) mezcladas con sal y azúcar que aportaran un toque dorado y caramelizado al exterior.

“El asado”

Para un asado correcto la pieza de carne ha de estar a temperatura ambiente antes de pasar al horno. Entre una o dos horas (dependiendo de la poca del año) fuera del frigorífico será suficiente.

Mejor poner la pieza de carne sobre una rejilla con una fuente debajo para recoger  los jugos.

Para que se ase la carne uniformemente y no se reseque conviene regar la pieza frecuentemente con los jugos.

La temperatura del horno es muy importante, los primeros 15 minutos estará a 200ºC, después bajaremos la temperatura a 180ºC hasta el final del asado. Calculando unos 15 minutos por cada kilo de peso para «poco hecho», 17-18 minutos para «al punto» y 20-22 minutos para «bien hecho».

Como vemos el punto final del asado puede variar según nuestro gusto pero es cierto que es difícil calcular y los tiempos dados anteriormente son orientativos. Lo mejor es utilizar un termómetro de carne que insertaremos en la parte central de la pieza de carne por el lado más grueso.

Estas son las temperaturas internas de la carne y el punto final que obtendremos:

Muy poco hecho—45ºC

Poco hecho———- 50ºC

Antes del punto—-55ºC

Al punto—————60ºC

Pasado del punto—65ºC

Bien hecho————70ºC

Si nos gusta la carne sonrosada toda por igual deberemos asar la pieza de carne a baja temperatura (95ºC) durante un tiempo prolongado (entre 3 y 5 horas) Con esta forma de asado no tendremos un exterior crujiente

“El reposo”

Finalizado el tiempo de asado es muy importante dejar reposar la carne unos 20 minutos. Este reposo permitirá que los jugos se asienten el interior consiguiendo un Roast-beef  más jugoso.

Estamos seguros que después de leer este post estáis perfectamente preparados para preparar un rico Roast-beef.

Estamos seguros que vosotros también tenéis algún pequeño truco para mejorar esta receta, ¡cuéntanoslo!

Rabo de toro estofado con vino

El rabo de toro es un estofado de carne tradicional, meloso y muy fácil de preparar que nos hace retroceder a los tiempos en que se cocinaba a fuego bajo, durante horas y el olor del guiso impregnaba los hogares.

Los estofados son guisos tradiciones que se elaboran con la cazuela tapada y cocción lenta.

Para esta receta de rabo de toro solo necesitamos un buen fondo de verduras y un buen vino. Es una receta comodín que podemos utilizar igualmente  con unas carrilleras, morcillo u otra carne de 2ª.

Ingredientes:

1 k de rabo de toro, vaca, buey

250 ml de vino tinto

2 cebollas y un puerro

2 zanahorias

3 dientes de ajo

Aceite de oliva

Sal, Pimienta negra, hoja de laurel

Preparación:

Ponemos en una cazuela, con un poco de aceite, las verduras cortadas muy pequeñas (Brunoise), pochamos a fuego lento unos 20 minutos. Salpimentamos.

Añadimos los trozos de rabo y el laurel, mezclamos y removemos bien. Incorporamos el vino y dejamos hacer un par de minutos destapado.

Salpimentamos y cubrimos con agua. Cocemos a fuego lento durante 2 horas (como mínimo) con la cazuela tapada. Si fuera necesario se puede añadir un poco más de agua durante la cocción.

Retiramos el rabo y dependiendo de cómo nos guste de espesa la salsa podemos triturar toda la verdura o parte de ella.

Es conveniente dejar reposar el guiso como mínimo un par de horas y mejor si cocinamos de un día para otro. Los aromas se intensificaran.

Servir bien caliente con patatas fritas o puré de patata.

Esta sería la receta básica del guiso de rabo de toro pero podemos hacer otras variantes como añadir chocolate ¡un toque! ¡sin pasarse!

¿Con qué ingredientes lo preparáis vosotros? ¿En qué lugar comisteis ese guiso de rabo memorable? Comparte con nosotros tu receta y recuerdo.

 

5 salsas para acompañar un solomillo

Los buenos solomillos tienen sabores intensos y variados según sean de ternera, cerdo, vaca, buey… la mejor  forma de tomarlos es a la plancha/parrilla y en su punto, no necesitando mucho más. Pero, es cierto que solemos acompañarlos de diferentes guarniciones y algunas salsas que maridan perfectamente  con el sabor de los diferentes solomillos.

Hoy, os dejamos CINCO salsas que darán color y sabor a vuestros platos de carne especialmente al solomillo.

 

Salsa al vino

Empezamos por la salsa de vino al ser la salsa de más sencilla preparación.

Ingredientes:

500 ml de vino (de una cierta calidad ya que dará el aroma a la salsa)

2 cucharadas de azúcar.

Preparación:

Ponemos el vino en un cazo con las dos cucharadas de azúcar a fuego medio/bajo. Vamos moviendo hasta que se reduzca y se caramelice, unos 20 minutos.

Esta salsa de vino es una excelente elección para acompañar los medallones de solomillo de vaca o de buey, que combinan perfectamente con ese sabor dulce y potente del vino reducido. Al servir añadir unos cristales de sal Maldon sobre la carne.

Esta misma salsa podemos hacerla pochando 1/2 cebolla cortada muy fina, añadiendo después el azúcar y el vino

Salsa de pimientos del piquillo

Esta salsa se suele utilizar en carnes asadas (rosbif, redondos…) pero si la usáis con medallones de solomillo descubriréis que el resultado es magnífico.

Ingredientes:

20 gr. Mantequilla.

150 gr. de pimientos del piquillo.

½ cebolleta,  ½ diente de ajo.

60 ml de nata líquida para cocinar.

1 cucharada de vino fino seco.

Sal y pimienta molida.

Preparación:

Picamos la cebolleta y el ajo menudo. Derretimos en una sartén la mantequilla y sofreímos la cebolleta y el ajo. Cuando estén transparentes echamos los pimientos del piquillo, el vino y la nata. Cocer a fuego bajo durante cinco minutos, triturar con una batidora de cuchillas.

Y…¡¡listo!!

Salsa de frutos rojos

La salsa de frutos rojos por su sabor intenso es perfecta para acompañar, además de  solomillo, otros cortes  como el ossobuco, el jarrete o morcillo y las carnes rojas como la espaldilla.

No dejéis de probar los contrastes ácidos de esta salsa en combinación con la carne tierna y sabrosa del solomillo.

Ingredientes:

1 cebolla mediana.

30 gr. De azúcar

180 gr. frutos rojos

100 ml. Vino de Oporto

15 gr. Mantequilla

200 ml. Caldo de verduras

Pimienta negra molida, Sal

Aceite de oliva virgen extra

Preparación:

Pelamos y cortamos finamente la cebolla. Calentamos un par de cucharadas de aceite de oliva virgen extra en una cazuela y pochamos la cebolla junto con el azúcar, a fuego muy suave durante 10 minutos. Tapamos la cazuela para facilitar la cocción.

Añadimos los frutos rojos (pueden ser congelados) se pueden usar arándanos, grosellas, moras, frambuesas y fresas frescos. Subimos la potencia del fuego y, cuando alcance el punto de ebullición, regamos con el vino de Oporto. Dejamos reducir.

Añadimos el caldo de verduras y llevamos nuevamente a ebullición. Cocemos durante 10 minutos a fuego medio antes de triturar y pasar por el colador. Probamos el punto de sabor y ajustamos con una pizca de sal y pimienta negra si lo consideramos necesario. Por último añadimos la mantequilla, removemos hasta fundir.

Salsa de hongos

Las carnes rojas maridan muy bien con salsas cremosas como la salsa de hongos.  Además de ser un buen acompañante del solomillo de ternera, vaca  es una salsa perfecta para las piezas de cerdo (presa de cerdo Ibérico, lomo…)

Ingredientes:

2 boletus y 4 champiñones

Jugo del asado

Tres cucharadas de nata líquida

Preparación:

Salteamos los boletus y los champiñones cortados en cuartos hasta que están bien jugosos. Incorporamos a la sartén los jugos resultantes de la preparación de los solomillos.

Removemos bien las setas ya cocinadas con los jugos, añadimos la nata líquida para ligar la salsa. Salpimentamos.

Se puede servir la salsa con las setas enteras o se puede triturar.

Salsa de queso cabrales o roquefort

¿Cuántas veces habéis disfrutado de solomillo al cabrales o roquefort?

La salsa de roquefort o la salsa de Cabrales y en general cualquier salsa de queso azul es excelente en contrate con el sabor de la carne roja. El secreto está en suavizar el sabor del queso que utilicemos

Ingredientes:

Queso Cabrales auténtico 75 g (o Roquefort)

50 ml. Nata líquida para cocinar

Preparación:

Precalentamos el horno a 200ºC.

Mientras tanto, preparamos la salsa de Cabrales. Como este queso es muy fuerte y queremos notar su sabor pero sin tapar el sabor del solomillo de ternera, mezclamos el queso con nata liquida y lo llevamos a ebullición a fuego lento mientras removemos con las varillas. Cuando el queso se haya fundido, pasamos la salsa por un colador y la reservamos en caliente para servir con los solomillos.

¿Que otras salsas soléis utilizar para acompañar a los solomillos? ¿Cual es vuestra salsa preferida? Cuéntanoslo para ampliar nuestra lista de salsas para acompañar a las diferentes carnes

Carne de vacuno: Categoría Extra

 

En nuestro anterior post vimos la clasificación de la carne de vacuno, vamos a profundizar un poco más conociendo los cortes y piezas del vacuno ya sea ternera, añojo, novillo, vacuno mayor…

cortes carne de vacuno

Aunque hablamos de vacuno en general, es la carne de ternera la preferida por la mayoría de los consumidores.

 

Carne de vacuno: Categoría Extra

Las categorías comerciales están determinadas por el corte, contenido en grasa, tejido conjuntivo… cada categoría es apropiada para un tipo de preparación o cocción. Hoy vamos a ver la Categoría EXTRA, piezas muy jugosas que necesitan poco cocinado.

Lomo alto, Carne limpia, jugosa, es la parte delantera del lomo y sus cortes son muy valorados. Con el corte deshuesado se elabora el conocido roast-beef y con los huesos se disfruta de los suculentos chuletones. Es ideal para freír, hacer a la plancha, a la brasa o a la parrilla.

Lomo bajo, La parte trasera del lomo es también magro, jugoso y tierno. Unos filetes de gran untuosidad.  Y en esta pieza extraemos…

Entrecot: son los filetes que están entre las costillas.

Solomillo: Uno de los cortes más valorados es el solomillo, situado en la cara interna del lomo bajo. Se puede cocinar a la plancha, a la parrilla o frito, no se recomienda un asado demasiado prolongado. También se vende la pieza entera para asar.

¿Tienes claro que pieza utilizar o sus características? No dejes de consultar a  nuestros maestros  carniceros, te asesoran y aclararan dudas.

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Carne de ternera, un lujo en la mesa

Es importante saber lo que comemos y hacer una elección de la pieza de carne adecuada al tipo de cocinado que vayamos a realizar (guiso, estofado, asado, plancha, barbacoa…)

Siendo la carne de ternera la más consumida, hemos decidido comenzar por la carne de vacuno viendo qué animales se incluyen dentro de esta denominación.

Clasificación carne de vacuno:

-Ternera de leche.

-Ternera.

-Añojo.

-Novillo.

-Cebón.

-Vacuno Mayor que incluye el Buey, el toro y la vaca.

Características y diferencias:

Ternera de leche: animal menor de 8 meses que ha sido alimentado exclusivamente con leche materna, por lo que el color de su carne es rosáceo, llamada carne blanca dentro de la carne de vacuno. El tipo de alimentación de la ternera hace que su carne sea muy tierna, de fácil digestión y que ofrezca un sabor suave y delicado.

Ternera: macho o hembra entre 8 y 12 meses de edad, similar a la ternera de leche Tierna, sabor algo más pronunciado, todavía contiene mucha agua y por lo tanto poca grasa.

Añojo: puede ser también hembra o macho, generalmente son animales de entre 12 y 24 meses de edad. Su carne ha adquirido más sabor, está más desarrollada y continúa siendo tierna y con poca grasa.

Novillo: Macho y hembra de entre 24 y 48 meses, su color es más pronunciado, más rojo, resulta más sabrosa, pero empieza a perder la ternura de las carnes mencionadas antes, no obstante un buen cocinado la hará deliciosa.

Cebón: Se denomina cebón a la carne del macho castrado con menos de 48 meses. Está quizá poco valorada, pero resulta una carne muy gustosa. Su color es rojo y su carne más prieta, para muchos, una de las carnes más sabrosas.

Vacuno mayor: En esta categoría se encuentra el buey, que es el macho castrado mayor de 48 meses. La vaca, que es la hembra mayor de 48 meses. El toro, que es el macho mayor de 48 meses procedente de lidia. La carne es menos tierna, con más grasa y por lo tanto resulta jugosa.

Cada corte de carne y tipo de animal nos aporta valores nutricionales distintos, siendo la carne de ternera la más consumida por su sabor suave, ternura y poca grasa

Valor nutricional carne de ternera

La carne de ternera desde la antigüedad ha estado muy bien considerada, un lujo en la mesa, de ahí que encontremos muchos refranes al respecto… «Mientras puedas comprar ternera, ¿Para que quieres comprar la vaca entera?».

Esperamos que con este post hayamos aclarado conceptos sobre la carne de vacuno y especialmente de la carne de ternera. Para escoger la pieza más adecuada según el tipo de receta que vayáis a cocinar, no dejéis de consultar a vuestro carnicero de confianza.

¿Consumís con frecuencia carne de ternera? ¿Que pieza os gusta más? ¿Como la cocináis?

Roast Beef

¿Decidido el menú de Fin de Año o Año Nuevo? Una solución poco trabajosa, que se puede preparar con antelación y si sobra, al día siguiente aprovechar con diferentes salsas es el… Roast beef que podemos hacer con buey o ternera.

Es un asado de carne al estilo inglés que intensifica enormemente el sabor de la carne. No adecuada para aquellos que les guste la carne muy hecha. Se puede servir fría o caliente.

Para preparar “Roast beef” se utiliza lomo, mejor el lomo alto (de buey o ternera) y por supuesto de excelente calidad. Conviene dejarle una fina capa de grasa que la hará más jugosa.

 

Ingredientes: (para 6 personas)

1,200 gr  de lomo de buey o ternera

1 dl de aceite de oliva

2 cucharadas Mostaza

Bouquet de hierbas al gusto (Tomillo, romero…)

6 dientes de ajo y Pimienta en grano roja y blanca.

 Elaboración:

Precalentamos el horno a 200ºC

Salpimentamos y atamos la carne con un cordel de cocina.

Hacemos pequeñas incisiones e introducimos los dientes de ajo limpios.

Doramos  en una sartén con aceite de oliva y reservamos

Mezclamos  la mostaza, las hierbas picadas y el aceite de oliva, y frotamos el Roast Beef hasta que esté bien embadurnado. Ponemos el lomo en una fuente de horno e introducimos en el horno durante 30/45 minutos según el punto en que nos guste.

El Roast Beef se hace a una temperatura de horno elevada, comenzando por un tiempo corto de 15 minutos a 200ºC y continuando bajamos a 180ºC durante el resto del asado y calculamos unos 15 minutos por cada kilo de peso para «poco hecho», 17-18 minutos para «al punto» y 20-22 minutos para «bien hecho».

Una vez asado el lomo, lo sacamos y lo dejamos enfriar.

Quitamos el hilo a la carne asada,  cortamos en lonchas muy finas que colocamos en una bandeja.

Recuperamos la salsa de la fuente y servimos a parte en una salsera.

¡¡Listo para disfrutar!!

La guarnición perfecta sería puré de patata, guisantes y cebollitas francesas (las cebollitas se pueden asar con el Roast Beef).

¿Habéis preparado alguna vez Roast Beef? ¿De ternera o de buey? ¿Soléis acompañarlo de salsas o simplemente con puré?

Recordar que para que el resultado final del Roast Beef sea perfecto la calidad de la carne ha de ser excelente. Consulta con los profesiones, en Carnes Morán nuestros  Maestros carniceros te asesoraran sobre la pieza más adecuada ya que, además de lomo, podemos  escoger la espaldilla, el costillar, el solomillo y el redondo (lo importante es que sean tiernas).

¿Por qué no disfrutar en casa de un Chuletón perfecto?

Para disfrutar de una buena carne roja solemos ir a Asadores y restaurantes. A partir de ahora no va a ser necesario, si sigues estos pasos conseguirás un chuletón o entrecot perfecto:

Una buena carne, lo primero y más importante.

Hay que buscar piezas  ya sean de Buey  o Vacuno Mayor de calidad. Seguro que nuestro carnicero nos aconsejará lo más adecuado y en “Carnes Morán” encontraras el corte perfecto

Grosor: Lo recomendable son unos 5-6 cm.

Un chuletón ha de ser de un grosor adecuado, para que al cocinarlo, nos quede tostado por fuera y tierno/rosado en su interior.

Temperatura ambiente. Hay que sacar la pieza unos 30 minutos antes de su preparación para que se atempere. La temperatura de la carne influye mucho en el resultado final de textura y sabor.

No utilizar aceite. Usaremos la  grasa de la pieza de carne, para engrasar la plancha.

Plancha bien caliente.  Para cocinar en condiciones adecuadas, necesitamos temperatura alta. De esta manera se tostará por fuera y quedará tierno por dentro.

Vuelta y vuelta. Solo lo cocinaremos una vez por cada lado

El punto de la carne. Estas piezas, por ternura y sabor se toman poco hechas, pero como los gustos son muy variados. Si se quiere más pasada se volvera a pasar por la plancha pero ya con una temperatura más baja para que no se carbonice el exterior y se termine de hacer en el interior

Espectacular chuletón.

La sal solo al final.  Preferiblemente sal gorda o en escamas. Por el calor la carne adsorberá la necesaria.

¿Tienes tus propios trucos? Compártelos con nosotros.

Barbacoa a pleno rendimiento

Algo que parece tan actual y moderno realmente viene de antiguo, desde que el hombre, una vez descubierto el fuego, sintió la necesidad de asar sus alimentos especialmente la carne.

Existen textos en los que se describe que los primeros indígenas con los que tuvo contacto Cristóbal Colón, en la isla de La Española, utilizaban madera verde para cocer la carne de una manera más lenta, sin exponerse directamente al fuego.

Sin necesidad de retroceder tanto en el tiempo y basándonos en tradiciones más actuales os dejamos unos consejos sencillos y claros que os permitirán, si los unís a productos de calidad, triunfar en vuestra próxima barbacoa:

– Imprescindible sacar la carne de la nevera 2 horas antes.
– No empezar a cocinar hasta que el carbón y la leña (mejor de encina) se hagan brasas y estén sin llama.

– Si añadimos un puñado de sal gorda a las brasas, habrá menos humos y se consumirán más lentamente.  Si ponemos unas ramitas de plantas aromáticas: tomillo, romero… le daremos un toque especial a la carne.

– Si la barbacoa tiene la rejilla fija, un truco consiste en acumular las brasas en tres alturas progresivas, dejando así una zona lateral con menos brasas (menos calor) donde iremos colocando las piezas que deseemos conservar calientes y que no se cocinen en exceso.  Si pasamos  los alimentos de la zona de más calor a la de menos conseguiremos un asado más uniforme, evitando que se queden crudos o se quemen por un calor excesivo.

– El orden también es importante. Primero, cuando el calor es más intenso, colocaremos sobre las brasas las piezas más pequeñas, que necesiten menos cocinado, como salchichas, chorizos, hamburguesas y cortes pequeños de carnes, chuletitas de cordero. Cuando el calor disminuya es el momento de asar el resto de piezas, como entrecots, chuletón, costillas y carne con hueso en general. Estas piezas se asan mejor a temperaturas más bajas y lentamente.

– No pinchar los alimentos para que no pierdan sus jugos

– Siempre se salará al final utilizando sal gorda o en escamas

La materia prima es fundamental, por ello es mejor acudir a nuestro carnicero de confianza que nos asesorará sobre los productos, los cortes y las piezas más adecuadas.

Como expertos en carne de  vacuno, en “Carnes Morán” os recomendamos, tira de costilla o churrasco de ternera (corresponde con el corte argentino que se llama “asado de tira”). Las piezas más valoradas son el solomillo, el chuletón y el entrecot. Últimamente, también ganan adeptos  cortes típicos argentinos como la entraña y el vacío, más baratos que los anteriores y también muy tiernos y jugosos.

La carne de cerdo es la reina de la barbacoa si tenemos un presupuesto ajustado. Desde “Carnes Morán”  os recomendamos,  el costillar y la panceta de cerdo blanco, el secreto y la presa de cerdo Ibérico. Evitaremos los cortes menos grasos como el solomillo y el lomo.

Por supuesto, chorizos criollos blancos y chorizos frescos, morcillas, salchichas frescas y chistorra son imprescindibles en cualquier barbacoa que se precie.

Si nos decidimos por la carne de cordero las chuletas ya sean del costillar como las de pierna son perfectas.  Si el tipo de barbacoa nos lo permite se puede asar el cordero por medios o entero en “espeto”  (un palo de da vueltas sobre el fuego)

Si queréis incluir carne de pollo, los cuartos traseros son los más adecuados junto con las alitas.

En “Carnes Morán” encontraras asesoramiento, variedad y calidad. Estaremos encantados de informarte de las piezas y cortes más adecuados

¡No os olvidéis de las brochetas y pinchos variados!

Y…como no solo de carne vive el hombre, también os damos algunas recomendaciones sobre pescados y mariscos:

Para barbacoas con el pescado como protagonista es mejor utilizar una parrilla doble que permite darle la vuelta evitando que se rompa.

Las sardinas son las reinas de la barbacoa de pescado  pero también podemos asar lubinas, bonito, salmón, truchas y brochetas de pescado y marisco.

Si nos decantamos por los mariscos, los más sabrosos son las gambas, los langostinos, la langosta y las cigalas. Es recomendable colocarlas  directamente en la parrilla con un toque de aceite de oliva y  jugo de limón con una pequeña cantidad de sal gorda. En unos pocos minutos tendremos una estupenda mariscada.

Y por supuesto el complemento perfecto, además de las ensaladas, serían unas verduras a la brasa.

Se puede dejar un lado de la parrilla libre para ir asando las diferentes verduras. La berenjena y el calabacín podemos cortarlos a lo largo (por el medio) y pincelarlos con aceite. Los tomates se pueden asar enteros o cortados a la mitad. Los pimientos rojos o verdes se pondrán en la parrilla enteros. Para el final dejaremos verduras como las endivias y espárragos pues necesitan muy poco tiempo de asado.

Estamos convencidos de que, con estas recomendaciones y los excelentes productos de “Carnes Morán” estáis más que preparados para disfrutar de una estupenda barbacoa.

Como buenos catacaldos, seguro que ya os habéis estrenado en esta actividad. ¿Cuál ha sido vuestra barbacoa más divertida? ¿Cuál, la que salió todo al revés?  ¿Esa en la que, o se asaba todo en exceso o se quedaba crudo?…no dejéis de compartir con nosotros vuestras experiencias.

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