verduras

Frutas y verduras de invierno

Cada época del año tiene sus frutas y verduras particulares. En verano disfrutamos de frutas y verduras que aportan mucha agua, vitaminas y minerales adecuados a las altas temperaturas. En invierno son verduras y frutas más resistentes a las inclemencias que nos aportan los nutrientes adecuados al momento, además de grandes cantidades de vitamina C.

Consumir alimentos de temporada nos permiten que se encuentren en su momento adecuado de maduración y punto optimo de consumo por lo que serán más sabrosas y conservan mejor sus propiedades.

Si en otoño los colores que prevalecían eran los marones y naranjas (calabaza, boniatos…) el invierno y las bajas temperaturas dan paso a los verdes oscuros y morados (brócoli, lombarda, acelgas, coles…)

Curiosamente las frutas y verduras de invierno son poco calóricas, pero refuerzan el sistema inmunitario gracias al gran aporte de vitaminas y minerales.

Verduras de invierno

Las verduras de esta época ofrecen como comestible diferentes partes: hojas, bulbos, raíces.

Las más importantes son:

Coles de Bruselas, brócoli, coliflor, repollo, lombarda…(coles)

Cebollas, ajos y puerros… (Bulbos)

Nabos, remolacha, zanahorias… (raíces)

Acelgas, espinacas, canónigos, escarola, endivia…(Hojas)

Y por supuesto no nos podemos olvidar de los productos más consumidos en esta época: judías verdes, habas, guisantes, cardo y alcachofas

Frutas de invierno

La fruta de invierno son ricas en numerosos minerales así como de grandes dosis de vitamina C.

Empezamos por los reyes del invierno…Naranjas, mandarinas, pomelos, limón y kiwi

Podemos encontrar en su punto óptimo los cítricos, ricos en vitamina C y fibra.

Manzanas:

Podemos disfrutar de una gran variedad, dulces, ácidas, crujiente, blandas…a pesar de que se recogen en otoño, se conservan bien y constituyen un buen alimento de invierno.

Peras:

La pera conferencia, la de agua, pera blanquilla…son algunas de las variedades que podemos saborear.

Fresas:

De febrero a mayo podemos disfrutar de esta sabrosa, aromática y jugosa fruta.

Chirimoya:

es una fruta muy completa y con muchas propiedades. Alto contenido en fibra.

¿Cuáles son tus frutas y verduras preferidas? ¿Las consumes a diario?

¡¡Cuéntanoslo!!

Tajine de cordero con frutos secos

Hoy viajamos hasta marruecos para preparar la receta de hoy, un rico y aromático…TAJINE de CORDERO con FRUTOS SECOS.

Esta receta recibe su nombre por el recipiente en que se cocina, el TAJÍN: recipiente de poco fondo, hecho de barro cocido y barnizado con una característica muy particular que consiste en una tapa cónica. Esta tapa mantiene el calor y el vapor durante y después de la cocción, que se condensa en la parte superior de la misma y vuelve a caer sobre los alimentos, evitando que se resequen mientras se cocinan.

Esta receta es similar, en su preparación, a la caldereta de cordero, pero utiliza más especias y añade frutos secos.

Ingredientes:

1 kg de cordero cortado en trozos

2 cebolletas

3 dientes de ajo

2 zanahorias

100 gr de calabaza

1 cucharada de jengibre fresco molido

1 rama de canela

Azafrán

Una pizca de comino y cardamomo

300 gr de ciruelas pasas o pasas sultanas

100 gr de almendras crudas

1 cucharada de zumo de limón

Pimienta negra molida

Aceite de oliva virgen extra

Preparación:

Salpimentamos los trozos de cordero y, en la cazuela (Tajín) con aceite de oliva, y los sofreímos hasta que estén dorados. Los retiramos a un plato con papel de cocina y reservamos.

En el mismo aceite doramos los dientes de ajo sin pelar y añadimos el jengibre fresco rallado a la vez que incorporamos las cebolletas picadas y las zanahorias y calabaza peladas y troceadas.

Todo a fuego bajo durante unos cinco minutos hasta que la cebolla adquiera un tono transparente. Incorporamos la canela, el comino, el cardamomo y el azafrán removiendo ligeramente para que se tuesten y desprendan sus aromas.

Añadimos al guiso, los trozos de cordero regando todo con abundante agua (no tiene que cubrir), y tapamos la cazuela y dejamos a fuego suave la cocción durante una hora y media.

Añadimos las ciruelas pasas y dejamos cocer otra media hora, momento en el que el cordero estará en su punto. Agregaremos las almendras, previamente tostadas en el horno, y comprobamos el punto de sal y pimienta negra. Por último, regamos con un chorrito de limón y unas cuantas hojas de cilantro fresco.

¡¡¡Dejamos reposar y…listo!!!

Por supuesto el acompañamiento no puede ser otro que un delicioso cuscús.

¿Habéis preparado algún tajine? ¿Con que carne? ¿Es el de cordero el preferido?

¡¡¡Al calor de los guisos!!!

El termino guiso se refiere a la técnica de cocinado en que se prepara en salsa diferentes ingredientes después de haberlos rehogado.

Con esta técnica se obtienen platos muy sabrosos y nutritivos. Y en otoño e invierno son perfectos para que nos reconforten y calienten.

Los guisos son una tradición en nuestra gastronomía, desde la antigüedad han sido platos de consumo casi diario: carnes, legumbres, patatas y verduras eran los ingredientes más frecuentes, así como un aporte importante de grasas debido al tipo de actividades y trabajos que se realizaban. En la actualidad ocupan un lugar importantes en nuestras costumbres gastronómicas pero se ha variado y reducido la grasa.

¿Cómo preparamos un guiso?

Empezamos con los ingredientes que vamos a rehogar.

En una cazuela ponemos Aceite de Oliva Virgen, añadimos cebolla, pimiento verde, zanahorias… Rehogamos 3 minutos. Añadimos otras verduras (incluidas las patatas) y la carne que rehogaremos durante 5 minutos. En este momento podemos poner el vino (si así lo indica la receta) y el agua. A partir de que empiece a cocer tapamos la cazuela y dejamos a fuego lento largo tiempo.

Cuando esté a mitad de cocción podemos añadir pimentón dulce y especias (a nuestro gusto)

Podemos seguir las mismas pautas para preparar unas lentejas guisadas con verduras o algún guiso de pescado de roca.

Con esta técnica de cocinado conseguimos platos muy sabrosos y nutritivos. Perfectos para preparar de un día para otro ya que se intensifican los sabores y aromas.

¿Sois de guisos? ¿Cuál es vuestro guiso preferido? ¿Tienes algún truco secreto?

Cocido madrileño

El cocido madrileño es una de las más antiguas tradiciones gastronómicas que podemos encontrar.

El cocido madrileño se sirve tradicionalmente en tres vuelcos, que se presentan en la mesa en un orden concreto:

La sopa del cocido, con fideos finos.

Los garbanzos, las patatas y las verduras.

Las carnes.

Hay una selección de productos básicos que se tienen que utilizar en la preparación del cocido pero se pueden producir variaciones según el cocinero

Se puede jugar con la variedad de las carnes. Hay quién añade costillas de cerdo o codillo. En realidad las combinaciones son casi infinitas.

¡Aquí os dejamos nuestra propuesta!

Ingredientes:

300 gramos de garbanzos.

3 zanahorias

4 patatas medianas

1 repollo

½ Kg de morcillo

Falda (opcional)

3 huesos de caña de vaca

Dos muslos y contramuslos de gallina o pollo de corral.

Un chorizo para cocido, tipo cantimpalo. No usar chorizos muy especiados

Dos puntas y/o huesos de jamón serrano.

Un trozo de tocino fresco y un trozo de tocino blanco (unos 200 gramos).

Fideos finos (cabellín)

Sal.

Preparación:

Por la noche ponemos  los garbanzos a remojo en agua templada con una cucharada sopera de sal.

En una olla grande, colocamos la carne, los huesos de jamón y de caña y el tocino.

Ponemos al fuego. Cuando empieza a hervir espumamos (retiramos la espuma que se haya formado).

Añadimos los garbanzos escurridos de su agua (se pueden meter dentro de una red especial). Cuando rompe el hervor se baja el fuego para que, sin dejar de cocer, el cocido se haga lentamente.

Una hora después, se añadimos la gallina y el chorizo. Se retira la espuma que haya vuelto a salir y se tapa otra vez. El cocido deberá cocer unas cuatro horas.

A mitad de la cocción (cuando han pasado unas dos horas desde que echamos los garbanzos) Desgrasamos la superficie y añadimos la sal, las zanahorias, peladas y partidas por la mitad a lo largo y las patatas peladas, lavadas pero enteras.

Cocemos el repollo picado y lavado hasta que esté tierno. Rehogamos en aceite  con 3 dientes de ajos.

Si se quiere añadir morcilla se cuece aparte,  se corta en rodajas y se fríe aparte, según más guste.

Terminado de cocer el cocido, se separa el caldo necesario para la sopa. Dejamos los ingredientes cubiertos del caldo sobrante para que no se enfríen ni se sequen.

 Cocemos los fideos unos diez minutos o lo que indique el fabricante.

Servimos primero la sopa (primer vuelco)

Después los garbanzos, las verduras y patatas (segundo vuelco)

Por último, (tercer vuelco) las carnes, la gallina o pollo,  chorizo, tocino y morcilla (si se ha escogido)

Hay quién acompaña los garbanzos con una salsa de tomate casero o quien adereza con aceite y vinagre.

Aunque no es habitual en todas las casas, la bola o relleno es un elemento clásico del cocido. Consiste en preparar una especie de tortilla con pan, huevo, ajo y perejil, que se echa en el cocido (lo que hace que se empape del caldo).

¿Preparados para disfrutar del cocido? ¿Cómo lo preparas tú? ¿Qué ingredientes añades a los que hemos indicado nosotros? ¡Cuéntanoslo!

Cocido, plato típico de nuestra gastronomía

Si hay un plato típico español ese es el cocido, de gran tradición en nuestra gastronomía. Preparado a fuego lento durante horas para que todos los ingredientes dejen su sabor y sustancia en el caldo.

Aunque se sabe que los orígenes están en los primeros siglos de nuestra Era, es en el siglo de Oro Español (XVI-XVII) cuando grandes escritores como Cervantes, Quevedo… describían en sus escritos la “Olla Podrida”,  nombre que recibía porque se utilizaba ingredientes que se tenían en la despensa y se echaban a la olla antes de que se pudrieran.

Fue el plato español por excelencia y que se comía a diario tanto en hogares pudientes como modestos. Los ingredientes eran garbanzos, verduras de temporada, tocino y cuando era posible carnes variadas.

Esta olla fue modificándose, con el paso del tiempo, dando paso, en el siglo XIX a nuestro cocido contemporáneo con garbanzos, verduras, patata, tocino, carne de vaca y ave, huesos,  jamón y embutidos (chorizo, morcillo…)

Para los que no lo sepan, el cocido es una rica comida española que cuenta con variantes regionales pero que, básicamente, consiste en una guiso hecho en una olla en la que se cuecen carnes, embutidos, verduras, tubérculos y, sobre todo, legumbres.

El cocido es un plato extendido por todo el territorio español con diferentes variantes según la zona. Los cocidos se adaptan a los productos locales.

¡Vamos a ver diferentes tipos de cocidos!

Cocido Madrileño:

Como su nombre indica típico de Madrid aunque también se prepara en otras zonas.

Este cocido consta de, lo que se llama, tres vuelcos (o platos): Sopa con fideos cabellin, garbanzos, patata, verduras (repollo, zanahoria y nabo) y carnes variadas: ternera, ave, huesos, punta de jamón, chorizo y tocino de cerdo.

Cocido Maragato:

Típico de León, recibe su nombre porque sus orígenes se sitúan en la comarca de la Maragateria.

Se caracteriza porque se come al revés que el cocido madrileño. Tiene también tres vuelcos pero en sentido inverso. Primero se consumen las carnes y en último lugar la sopa.

Cuenta la historia y leyendas locales que este cambio se produjo en la guerra contra los franceses. Los soldados españoles empezaron a comer primero las carnes por si les asaltaban y tenían que dejar de comer que se perdiera la sopa y no la carne del cocido.

Pote  gallego:

Cocido típico de Galicia. Este cocido se prepara con patatas, garbanzos, verduras (grelos), algo de carne de ternera y gallina pero sobre todo lleva carne de cerdo (morro, orejas, espinazo, rabo, tocino, chorizo…)

Una variante de este cocido es el Cocido de Lalín, plato típico de la localidad Pontevedresa capital de la comarca de Deza.

Cocido Lebaniego:

Es autóctono de Cantabria, del valle de Liébana.

Se utilizan unos pequeños garbanzos típicos de la zona (Potes) acompañados de verduras y del “compango” (carnes ahumadas, chorizo,  morcilla, tocino…)

Cocido montañés:

Cocido también es típico de la zona de Cantabria y otras comarcas limítrofes.

Se caracteriza porque se prepara con alubias blancas, berzas y compango (carnes…)

 

Escudella i carn d´olla:

Cocido catalán que consta de garbanzos, verduras, carnes de vacuno y cerdo, huesos, butifarras (negras, blancas y rojas),  de la  típica pilota (albóndiga alargada de carne picada con huevo y pan rallado que se corta en rodajas para servir a cada comensal).

Cocido extremeño:

De la zona de Extremadura, se prepara con garbanzos, hueso de jamón, verduras, carnes, espinazo, morcilla patatera, chorizo…

Existen otros cocidos como el cocido murciano, el puchero andaluz… pero hoy nos quedamos aquí.

¿Cuál es tu cocido preferido? ¿Dónde comiste ese cocido inolvidable que sigues recordando a pesar del paso de los años? ¡Cuéntanoslo!

Crema de calabaza

Con la llegada del otoño los campos se llenan de colores y olores intensos. Hace su aparición la hortaliza reina de esta temporada… ¡la calabaza! Versátil, fácil de cocinar y con grandes posibilidades.

Nos hemos decantado en esta ocasión por la receta más sencilla y clásica…Crema de calabaza pero no os engañéis, esta de hoy es la básica pero las posibilidades son muchas: con curry, con sidra, al eneldo, con zanahoria, con lentejas, con nata…

Ingredientes:

1 trozo grande de calabaza, un kilo aproximadamente

1 puerro mediano

½ cebolla

1  zanahoria

250 gr de patatas

4 cucharadas de aceite de oliva virgen (40 ml)

  1. de agua

Nuez moscada,  pimienta negra y sal

Curry (Opcional)

Nata (Opcional para la decoración)

Preparación:

Empezamos preparando todas las verduras. Pelamos las que lo necesiten (patatas, calabaza, cebolla y zanahoria), lavamos y cortamos en trozos de unos dos centímetros.

En una cazuela ponemos el aceite de oliva, añadimos la cebolla, el puerro, dejamos unos dos minutos hasta que se pochen. Es el momento perfecto para incorporar la patata, zanahoria y la calabaza, mezclar bien y dejar rehogar unos diez minutos. Salpimentamos.

Añadimos el agua y dejamos cocer a fuego medio/bajo con la cazuela tapada hasta que las verduras estén blandas, 30 minutos aprox.

Con una espumadera sacamos las verduras y las pasamos al recipiente donde vamos a triturarlas. Mientras trituramos las verduras vamos a añadiendo poco a poco el caldo hasta conseguir la textura que más nos guste.

Volvemos a poner la crema de calabaza en la cazuela, le damos un pequeño hervor  y añadimos la nuez moscada y pimienta molida. Mezclamos bien y comprobamos el punto de sal. Este sería el momento de añadir una poco de curry si queremos darle ese toque o un poco de nata.

Como decoración podemos añadir un chorrito de nata, un picadito de jamón (previamente salteado) o un picadito de almendras o pistachos.

Podemos servir la crema de calabaza dentro de una calabaza que habremos vaciado, limpiado y dejado boca abajo durante una hora.

¿Cuál es vuestra receta favorita con calabaza? ¿Eres de los clásicos o te gusta innovar? ¡¡Cuéntanoslo!!

Rabo de toro estofado con vino

El rabo de toro es un estofado de carne tradicional, meloso y muy fácil de preparar que nos hace retroceder a los tiempos en que se cocinaba a fuego bajo, durante horas y el olor del guiso impregnaba los hogares.

Los estofados son guisos tradiciones que se elaboran con la cazuela tapada y cocción lenta.

Para esta receta de rabo de toro solo necesitamos un buen fondo de verduras y un buen vino. Es una receta comodín que podemos utilizar igualmente  con unas carrilleras, morcillo u otra carne de 2ª.

Ingredientes:

1 k de rabo de toro, vaca, buey

250 ml de vino tinto

2 cebollas y un puerro

2 zanahorias

3 dientes de ajo

Aceite de oliva

Sal, Pimienta negra, hoja de laurel

Preparación:

Ponemos en una cazuela, con un poco de aceite, las verduras cortadas muy pequeñas (Brunoise), pochamos a fuego lento unos 20 minutos. Salpimentamos.

Añadimos los trozos de rabo y el laurel, mezclamos y removemos bien. Incorporamos el vino y dejamos hacer un par de minutos destapado.

Salpimentamos y cubrimos con agua. Cocemos a fuego lento durante 2 horas (como mínimo) con la cazuela tapada. Si fuera necesario se puede añadir un poco más de agua durante la cocción.

Retiramos el rabo y dependiendo de cómo nos guste de espesa la salsa podemos triturar toda la verdura o parte de ella.

Es conveniente dejar reposar el guiso como mínimo un par de horas y mejor si cocinamos de un día para otro. Los aromas se intensificaran.

Servir bien caliente con patatas fritas o puré de patata.

Esta sería la receta básica del guiso de rabo de toro pero podemos hacer otras variantes como añadir chocolate ¡un toque! ¡sin pasarse!

¿Con qué ingredientes lo preparáis vosotros? ¿En qué lugar comisteis ese guiso de rabo memorable? Comparte con nosotros tu receta y recuerdo.

 

Moussaka griega

Esta deliciosa receta tradicional griega se hace con carne picada de cordero, también podríamos hacerla con carne de ternera pero en este caso cambiaría totalmente el sabor original y perdería intensidad.

La moussaka griega tiene un gran parecido con la lasaña, pero sustituimos las placas de pasta por capas de berenjena y patata en la parte inferior.

Ingredientes:

2 berenjenas.

400 gr de carne picada de cordero o de ternera.

1 cebolla.

1 zanahoria.

3 tomates rojos.

2 patatas.

1/2 vaso de vino.

Tomillo, sal, pimienta, nuez moscada

Queso rallado.

Salsa bechamel (con 25 g de harina, 25 g de mantequilla y medio litro de leche)

Preparación:

La preparación de Moussaka griega es laboriosa porque tiene varios pasos pero ninguno ofrece dificultad.

Cortamos las berenjenas en láminas y las ponemos con un poco de sal sobre un papel absorbente para evitar el sabor amargo.

Mientras reposa la berenjena, pelamos las patatas, cortamos en rodajas y freímos ligeramente, dejamos escurrir.

En el mismo aceite freímos la berenjena (también ligeramente) y reservamos. 

Por otra parte, picamos la cebolla y la zanahoria muy menuda (en brunoise) y  pochamos en una sartén. Cuando se ablanden, añadimos los tomates, pelados y picados. Dejamos que se hagan hasta tener un buen sofrito para la carne (15 minutos).

Freímos ligeramente la carne picada de cordero en una sartén,  añadimos a la salsa de tomate y hortalizas y agregamos el tomillo, la pimienta y el vino, dejando que cueza durante unos diez minutos hasta que no quede rastro de líquido.

Por último, preparamos la salsa bechamel:

Mezclamos la harina con la mantequilla hasta que se dore, incorporamos la leche, removemos hasta que esté bien espesa. Salpimentamos y espolvoreamos nuez moscada y pimienta molida.

Una vez realizados todos estos pasos podemos empezar a montar la Moussaka de carne de cordero:

En una fuente rectangular apta para horno ponemos como base una capa con las rodajas de patatas que hemos frito previamente. Encima pondremos parte de la  berenjena. Cubrimos con la  carne picada de cordero.

Sobre la capa de carne picada ponemos otra capa de láminas de berenjena y volvemos a cubrir con la carne de cordero, aplastamos un poco para que quede bien compacta.  Ponemos una última capa de berenjenas y finalmente cubrimos con bechamel.

 Espolvoreamos con queso rallado y metemos la fuente en el horno durante 20 minutos a 170ºC y gratinamos unos  minutos a 220ºC.

Como habréis visto esta receta tiene varios pasos pero sin dificultad.

¿Conocíais esta receta?  ¿Qué otras recetas con carne picada ya sea de cordero o ternera os gustan? ¡¡Cuéntanoslo!!

Rosas de hojaldre, calabacín y jamón.

La receta de esta semana, en homenaje a la primavera, es pura sencillez y creatividad. Seguro que sorprendéis con estas “Rosas de hojaldre, calabacín y jamón”.

Os recomendamos que aunque no tiene ningún secreto su preparación practiquéis el enrollado y el tamaño de las tiras de hojaldre para que quede a vuestro gusto.

¡Nos ponemos el delantal y comenzamos!

Ingredientes:

  • Una lámina de hojaldre rectangular
  • Un calabacín grande
  • Jamón, mejor ibérico, en lonchas
  • Queso tierno en lonchas
  • Salsa de tomate natural
  • Orégano
  • Hierbas aromáticas.
  • Pimienta al gusto
  • Aceite de oliva

No ponemos cantidades de los ingredientes,  pues dependerá del número de rosas que hagáis.

 

Preparación:

Lavamos bien el calabacín y lo cortamos en rodajas muy finas. Lo hacemos a la plancha, en una sartén con muy poquito aceite hasta que se dore por ambos lados. Añadimos un poco de orégano y pimienta, lo dejamos reposar sobre papel de cocina para que absorba el aceite sobrante.

Cortamos las lonchas de jamón en trozos aproximadamente del mismo  tamaño de las rodajas de calabacín. El queso en lonchas lo cortaremos en tiras de unos dos centímetros.

Extendemos la masa de hojaldre sobre papel vegetal y cortamos la masa en tiras de unos cuatro centímetros de ancho por unos quince de ancho.

Extendemos la salsa de tomate sobre las tiras de hojaldre y colocamos, dejando que sobresalga,  alternativamente una loncha de calabacín y otra de jamón superpuestas hasta llegar al final de la tira. Las situaremos ocupando, solo, desde la mitad hacia arriba de la tira de hojaldre (para que sobresalga) dejando libre la parte inferior del hojaldre.  Colocamos las tiras de queso encima de la parte baja del calabacín y el jamón. Deben quedar unos 2 cm de hojaldre sin cubrir a lo largo de toda la tira, para ahora doblarlo por la mitad y ponerlo cubriendo el queso y la mitad del entramado de calabacín y jamón. Cuando estén todas acabadas las enrollamos como la concha de un caracol. Meter en moldes de madalenas para evitar que se abran en el horno.

Pintamos por encima las rosas con un poquito de aceite mezclado con las hierbas aromáticas y metemos al horno, precalentado a 180º C, durante 15-20 minutos.

Las rosas de hojaldre, jamón y queso se pueden preparar con antelación dejando el horneado para antes de consumir y servir las rosas de hojaldre, calabacín y  jamón templadas, con el toque cremoso del queso caliente y el olor de las hiervas aromáticas mezclado con el del hojaldre recién hecho.

Esperamos que no os podáis resistir a preparar esta receta el fin de semana. Estaremos encantados si nos enviáis vuestros comentarios e imágenes

Brócoli gratinado con jamón y queso.

Cada vez existe más concienciación sobre la importancia del consumo de verduras diaria y no como acompañamiento sino como plato principal (raciones de 200 gr). Es cierto que abrir nuestro paladar y mente a diferentes texturas y sabores a veces es difícil.

Nuestra receta de hoy está pensada para que, si aún no lo hemos hecho, incluyamos el brócoli en nuestra dieta como consumo habitual ya que es la hortaliza más completa nutritivamente hablando, ¡¡una super-verdura!!. El jamón y el queso aportan unos sabores que acompañan perfectamente.

Ingredientes:

  • 1 brócoli grande
  • 1/2 cebolla
  • 1 diente ajo
  • Aceite de oliva virgen extra
  • 150 gr de jamón (mejor Ibérico)
  • Queso  al gusto

Ingredientes para la bechamel:

  • 1 litro de leche entera
  • 80 gr de mantequilla
  • 80 gr de harina
  • Sal, pimienta negra molida y nuez moscada

Preparación:

Cortamos el brócoli en ramitos, lavamos y cocemos en agua (15 minutos desde que empiece a cocer el agua). Podemos hacerlo al vapor. Cuanto menor sea la cocción mayor número de nutrientes mantendrá.

Mientras preparamos la bechamel:

Calentamos la mantequilla, añadimos la harina. Mezclamos bien y dejamos que se dore un poco. Añadimos la leche caliente y movemos sin parar. Dejamos que cueza lentamente durante 10 minutos.

Escurrimos el brócoli. En una sartén salteamos la cebolla, picada muy fina, y el ajo. Añadimos el jamón en trocitos.

Ponemos el brócoli rehogado con el jamón Ibérico en una fuente, lo cubrimos con la bechamel y rallamos queso por encima. Metemos en el horno a 180ºC, unos 10 minutos y después gratinamos hasta que se dore el queso.

El jamón es un complemento perfecto al brócoli  ya que sus sabores maridan perfectamente. Esta es una forma muy atractiva y sabrosa de comer brócoli.

¿Tomáis habitualmente  brócoli? ¿Cómo lo preparáis vosotros? ¿Solo? ¿Con otros ingredientes?

¡¡Cuéntanoslo!!

Lasaña de carne picada

Nuestra receta de hoy es un clásico que ha cruzado fronteras desde Italia y Grecia y que podemos disfrutar en cualquier lugar.

El secreto está en utilizar una carne picada de calidad para que quede jugosa y muy sabrosa.

Lasaña de carne picada es una receta que necesita tiempo pues hay que hacer la carne picada (salsa boloñesa), la  bechamel, las láminas de lasaña y el horneado.

¡¡El esfuerzo tiene su recompensa!!

Ingredientes Lasaña de Carne:

  • Salsa Boloñesa*
  • 12 láminas de lasaña
  • 100 gr de queso para gratinar
  • 70 gr de mantequilla
  • 70 gr de harina
  • 750 ml de leche.
  • Sal, pimienta molida, nuez moscada

*Ingredientes salsa boloñesa    

  • 500 gr de carne de ternera picada.
  •  250 gr de carne de cerdo picada,
  • 1 zanahoria, 1 tallo de apio, 1 pimiento verde, 1 cebolla.
  •  1 kl de tomates.
  • 3 dientes de ajo, 1 cucharadita de orégano, 1 cucharadita de albahaca.
  • Aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta negra.
  • 1 vaso de vino blanco seco

Preparación de la salsa Boloñesa:

Calentamos un poco de aceite de oliva virgen extra en una sartén y salteamos en ella los dos tipos de carne picada, removiendo constantemente para que se dore ligeramente por todos lados y quede suelta. Agregamos el vino, el orégano y la albahaca y cocemos hasta que se evapore el líquido. Retiramos del fuego y reservamos.

Picamos en brunoise todas las verduras.

Calentamos un poco de aceite de oliva virgen extra y rehogamos las verduras en este orden: ajo picado, cebolla (esperamos que se poche 3 minutos),  zanahoria, pimiento y apio. Dejamos cocer a fuego suave hasta que estén tiernas.

Mientras, pelamos los tomates y cortamos en dados. Añadimos a las verduras la carne picada y el tomate. Salpimentamos y dejamos hacer 30/40 minutos.

Preparación lasaña:

Una vez que tenemos la salsa  boloñesa con la que rellenar la lasaña preparamos la salsa bechamel:

Ponemos la mantequilla en un cazo, esperamos a que se funda, agregamos la harina, mezclamos bien y esperamos que se tueste. Vertemos poco a poco a leche caliente y sin dejar de remover  dejamos que cueza y se espese (unos 15 minutos). Salpimentamos y espolvoreamos nuez moscada.

Cocemos las láminas de lasaña según instrucciones del fabricante. Escurrimos y secamos.

En una fuente para horno, ponemos un poco de salsa bechamel, encima una capa de láminas de lasaña, una capa de salsa de carne picada, más bechamel, nuevamente láminas de lasaña y así hasta casi llegar al borde de la fuente. La última capa ha de ser de láminas de lasañas que cubriremos de bechamel. Espolvoreamos el queso rallado y gratinamos 15 minutos o hasta que se dore el queso.

Sacamos del horno y dejamos reposar unos minutos.

Esta sería la receta básica, pero podemos hacer variantes como añadir berenjena a la carne picada, champiñón o espinacas. por supuesto se podría utilizar carne pollo o pavo e incluso carne de cordero.

¿Qué otros rellenos os gustan para la lasaña además de la carne picada?

Como el ingrediente principal es la carne es importante escoger piezas de ternera y cerdo jugosas y tiernas. Vuestro carnicero de confianza os recomendará las más adecuadas para que vuestra lasaña sea un éxito.

Carrilleras o carrilladas al vino tinto

Un corte de carne que en los últimos años se ha convertido en una auténtica delicatesen llega a nuestra cocina para preparar una deliciosa receta… La carrillera o carrillada al vino tinto.

Las carrilleras pueden ser de vaca o cerdo, en esta ocasión hemos utilizado carrilleras de cerdo que vamos a cocinar con vino tinto para conseguir una salsa deliciosa y una carne melosa, jugosa y muy, muy sabrosa.

¡No olvidéis que debemos cocinarla a fuego lento y sin prisas!

Ingredientes: (3 comensales)

6  Carrilleras de cerdo.

1 Cebolla, 1 diente de ajo.

1 Pimiento rojo y 1 pimiento verde.

1 Zanahoria.

500 ml de caldo de carne.

2 vasos de vino tinto de buena calidad.

Harina.

Sal, pimienta negra molida.

Aceite de oliva virgen extra.

Preparación:

Las carrilleras tienen que estar sin hueso y  bien limpias de grasa y resto de telillas. Seguro que nuestro carnicero de confianza nos las preparará perfectamente.

Salpimentamos las carrilleras de cerdo por ambos lados y las enharinamos, sacudiendo para retirar el exceso. Calentamos un poco de aceite en una olla y marcamos las carrilleras a fuego fuerte. Retiramos y reservamos.

Lavamos bien los pimientos, los vaciamos y picamos en cuadraditos pequeños. Pelamos los dientes de ajo, las cebollas y las zanahorias y picamos estas dos últimas verduras, también en cuadrados pequeños.

Calentamos un poco más de aceite en la olla donde marcamos las carrilleras y pochamos todas las verduras durante 10 minutos.

Regamos con el vino tinto y dejamos reducir, a fuego fuerte, para que se evapore el alcohol. Incorporamos las carrilleras y el caldo de carne. Dejamos cocer a fuego lento durante una hora y media como mínimo.

Cuando las carrilleras/carrilladas estén listas las retiramos de la cacerola y trituramos bien las verduras para hacer la salsa. La pasamos por un chino o colador y la devolvemos a la olla para darle un último hervor y dejar que coja cuerpo y espese algo más. Servimos las carrilleras con la salsa por encima.

La guarnición perfecta para las carrilleras…puré de patatas o patatas cocidas.

¿Preparados para lanzaros a la cocina? Veréis que aunque se necesita tiempo para que las carrilleras estén en su punto es una receta sin complicaciones.

¿Cómo las preparáis vosotros? ¿Os gustan más las carrilleras de cerdo o las carrilleras de vaca?

Caldo casero perfecto

¡Cuando llega el frío nada más reconfortante que un buen caldo casero!

Un buen caldo, no solo nos sirve  para calentarnos en momentos de destemple sino que es base (fondos) de numerosos platos en cualquier época del  año. Nos viene a la memoria las ollas cociendo durante horas y el olor que envolvía los hogares invitando a reunirnos alrededor de la mesa.

Podemos hacer caldos con verduras, legumbres, carnes, pescados…

Hacer un caldo” consiste en cocer diferentes alimentos en abundante agua hasta traspasar los sabores y nutrientes de los alimentos sólidos al líquido siguiendo estos pasos:

  • Utilizaremos agua fría.
  • Intensidad del calor media/baja que permite una cocción lenta.
  • Tiempos largos de cocción, especialmente con verduras, legumbres y carnes (4/5 horas). En el caso de pescado el tiempo será más breve (20/30 minutos).
  • Al principio de la cocción imprescindible espumar para quitar las impurezas.
  • Al final de la cocción hay que desgrasar el caldo una vez enfriado.

Después de ver los pasos básicos vamos a hacer un repaso de los diferentes ingredientes. Un buen caldo tiene siempre una base vegetal (cebolla, zanahoria, puerro, apio…) y según el caldo que queremos hacer añadiremos otros ingredientes: legumbres, pollo, carne, pescado, mariscos…

Es imprescindible encontrar un equilibrio entre los ingredientes para evitar sabores intensos (exceso de apio, cebolla…) que desvirtúen el  resultado del caldo. Algunas verduras  no son adecuadas: col, coles de Bruselas, coliflor.

Como guía, será suficiente con 50/100 gr de cada verdura escogida por kilo de carne o pescado.

La elección de carnes será básica para un caldo perfecto. Escogeremos entre morcillo, falda, osobuco, carnes gelatinosas y de gran sabor. Las piezas no deben de ser inferiores a 250 gr.

Lo mismo ocurre con los huesos (rodilla de ternera, de caña,  de jamón y  de espinazo de cerdo), un hueso rancio dará al traste con nuestro caldo.

Si vamos a preparar un caldo de pescado/marisco, utilizaremos espinas y cabezas de pescados como rape o pescadilla (evitaremos los pescados azules), cabezas de gambas y cascaras de marisco. Para este tipo de caldo la cocción será más corta, entre 20/30 minutos. Un exceso de cocción puede dar un toque amargo al caldo.

¿Cantidad de agua? A esta pregunta se suele contestar “abundante agua” pero… ¿qué quiere decir esto?  Como referencia  diremos que una vez puestos los ingredientes el agua debe cubrirlos y sobrepasar  tres dedos. Se puede añadir agua durante la cocción si se reduce mucho.

Con todos estos consejos estamos listos para preparar un exquisito y aromático caldo.

¿Cuál es vuestro caldo preferido? ¿Caldo de verduras, carne, pollo, pescado? Si habéis contestado caldo de pollo o carne en nuestros establecimientos encontraras  preparados para caldo/cocido.

Calabaza rellena de carne picada, setas y arroz

En esta época del año las fruterías y supermercados se llenan de calabazas por aquello de la celebración de Halloween. Celebraciones aparte, la calabaza es un alimento muy completo, compuesta principalmente por agua, baja en hidratos de carbono y grasas  además de una importante fuente de fibra.

La calabaza pertenece a la familia de las cucurbitáceas y su planta es la calabacera. Las calabazas de verano son más carnosa y las de invierno más dulces y secas.

Podemos hacer multitud de recetas ya sean saladas o dulces (cabello de Ángel).

Podéis aprovechar estos días en que se venden las calabazas decoradas para animar a vuestros hijos a colaborar en la realización de alguna receta y de esta manera introducir la calabaza en sus dietas.

La receta de hoy tiene todos los ingredientes para gustar a grandes y pequeños ya que los podemos variar según los comensales siendo el ingrediente estrella la carne picada de ternera.

Si preparáis esta receta para niños os recomendamos suprimir las setas manteniendo la carne picada y el arroz.

Ingredientes:

  • Calabazas. Podemos utilizar una calabaza grande (para todos) los comensales o buscar calabazas pequeñas como platos individuales.
  • 1 cebolla pequeña.
  • ½ pimiento verde y ½ pimiento rojo.
  • 400 gr de carne picada de ternera.
  • 150 gr de arroz.
  • 150 gr de setas variadas (al gusto)
  • 250 ml de caldo de pollo.
  • 200 gr de queso rallado.

Preparación:

Cortamos la parte superior de las calabazas y las vaciamos. Lavamos bien y dejamos reposar boca abajo.

Cortamos la “carne” de la calabaza en cuadraditos.

Pelamos la cebolla y lavamos los pimientos y cortamos todos en cuadraditos.

Cocemos el arroz en agua con sal unos 15 minutos necesitamos que quede un poco duro

En una sartén con un poco de aceite salteamos la cebolla y los pimientos 2 minutos, añadimos la calabaza. Salpimentamos. Dejamos hacer 10 minutos.

Mientras en otra sartén salteamos la carne picada hasta que se dore. Juntamos con las verduras y añadimos el caldo. Dejamos cocer a fuego medio/fuerte

Pasados 10 minutos comprobamos el punto de sal (el caldo se supone que ya tiene sal)

Limpiamos las setas (si son grandes las troceamos)

Mezclamos el arroz, las verduras con la carne picada y las setas.

El caldo se tiene que haber evaporado.

Rellenamos las calabazas e introducimos en el horno a 180ºC durante 15 minutos.

Ponemos el queso rallado y gratinamos.

Mmmmm!!!

¡¡Listo para disfrutar de los aromas del otoño!!

Si queréis dar un toque lúdico al plato, los niños pueden decorar las calabazas con forma de caras.

¿Tomáis frecuentemente calabaza? ¿Cuál es vuestro plato preferido? Ya sabéis que estaremos encantados si compartir con nosotros vuestras recetas e ideas preferidas.

Como hacer la tortilla de patatas perfecta

Con la tortilla de patata ocurre lo mismo que, con la ensaladilla rusa, las croquetas o el arroz con leche, la mejor es la que hacemos nosotros o nuestra madre.

Hay tantas tortillas de patatas como gustos: con cebolla, sin cebolla, tortilla muy cuajada, tortilla de patatas poco cuajada, patatas cortadas finas, gruesas y por supuesto hay variaciones con diferentes rellenos (tortilla de patatas con verduras, con chorizo, tortilla de patatas en salsa…)

Hoy os dejamos unos trucos para hacer la tortilla de patatas perfecta que hemos aprendido con algunos cocineros especialistas en este plato.

¡¡Vamos a por nuestra tortilla de patata perfecta!!

Ingredientes:

  • Patatas
  • Huevos
  • Cebolla
  • Aceite de Oliva
  • Sal

Las cantidades varían según gustos y son difíciles de concretar.

A título orientativo: 1 huevo por cada 100 gr de patatas (sin pelar)

750 gr de patatas

Una cebolla pequeña por tortilla

Preparación:

Ponemos abundante aceite de oliva en una sartén a calentar.

Pelamos, lavamos y secamos las patatas.

El corte de las patatas es un tema controvertido. Hay quien prefiere rodajas finas, cuadrados, cortes irregulares… os recomendamos cortarlas en “lascas irregulares” consiguiendo trozos finos por unos lados y más gruesos por otros.

Para comprobar que el aceite está en la temperatura adecuada, podemos echar un diente de ajo sin pelar y cuando empiece a flotar y burbujear lo retiramos y ponemos  las patatas, pasados 2/3 minutos bajamos el juego. Mezclamos bien las patatas para que se hagan por todos los dados. Pasados 5 minutos volvemos a subir la intensidad del fuego y añadimos la cebolla (cortada finamente).

El punto de las patatas, también “va en gustos”, unos la prefieren muy frita, otros blanda…Hay que encontrar el punto medio para que no estén excesivamente doradas ni tan blandas que parezcan cocidas.

Dejamos escurrir las patatas y la cebolla.

Batimos los huevos (no mucho). Un exceso de batido afecta al punto de coagulación del huevo.

Salamos las patatas y las añadimos al huevo, dejamos reposar 3 minutos.

Sabemos que la cantidad de huevo para nuestra tortilla de patatas es la adecuada, si las patatas no flotan, ni se amontonan fuera del huevo.

En una sartén con un poco de aceite ponemos la mezcla y dejamos 30 segundos, giramos otros 30 segundos. Volvemos a girar y repetimos. Si nos gusta poco cuajada la tortilla de patata solo se dejará 10 segundos en esta segunda vuelta.

Tortilla de patata no es una receta complicada pero si necesita un poco de atención y practica para un resultado “honroso”, estamos seguros que con estos trucos de hoy conseguiréis ¡VUESTRA tortilla de patatas perfecta!

¿Nos contáis vuestros tucos? ¿Cómo os gusta la tortilla…muy cuajada, poco? ¿Con algún ingrediente especial o sois de los clásicos?

Es un plato para cualquier hora del día: desayuno, aperitivo, comida, media tarde, cena ¿A qué hora os gusta disfrutarla?

Pollo al horno con champiñón

Hoy nos hemos decantado por una receta de pollo, una carne blanca, baja en grasa y que nos ofrece muchas posibilidades en su forma de cocinado.

Reconocemos que hemos escogido esta receta,  además de por su jugosidad y mezcla de aromas otoñales,  porque la preparamos al horno sin ningún esfuerzo,  solo tenemos que dejar que se cocine tranquilamente.

¡¡Empezamos!!

Ingredientes:

  • Cuatro muslitos de pollo.
  • ½ cebolla
  • ½ pimiento verde
  • Champiñón Portobello Cantidad al gusto (8/10)
  • 1 tomate rojo y duro o 6 tomatitos cherry
  • 200 ml de vino blanco
  • Orégano y Romero

Preparación:

Precalentamos el horno a 200ºC

Pelamos y cortamos la cebolla en gajos.

Lavamos y cortamos el pimiento en juliana.

Lo ponemos todo en una fuente de horno. Salpimentamos y  añadimos un chorrito de aceite de oliva. Mezclamos bien.

Lavamos los muslitos de pollo y los salpimentamos. Los frotamos con un poco de aceite de oliva, espolvoreamos el orégano y ponemos sobre las verduras.

Bajamos la temperatura del horno a 180ºC e introducimos la fuente con el pollo.

Pasados 15 minutos, giramos  el pollo y regamos con el vino blanco.

Dejamos hacer otros 15 minutos volvemos a dar la vuelta a los muslitos y añadimos el champiñón (previamente lavado y cortado en cuartos) y el tomate en rodajas ( sin son cherry acortados a la mitad). Ponemos ramitas de romero. Volvemos a introducir en el horno y dejamos hacer hasta que los muslos se doren, unos 25/30 minutos más.

Si es necesario se puede añadir un poco de agua a la cocción.

Y….¡¡Listo!!

Ya podéis saborear esta estupenda receta.

Si como buenos “Catacaldos” os gusta variar podéis suprimir el tomate y en lugar de vino blanco añadir cerveza.

Solo nos queda pensar en la guarnición… ¿Patatas asadas? (se pueden hacer a la vez en el horno) ¿Arroz?

¿Qué preferís? ¿Os gusta el champiñón portobello? ¿Qué otras setas Incluirías?

¡¡Cuéntanos tu receta!!

El plato equilibrado

Como buenos «Catacaldos» nos gusta disfrutar de la gastronomía, descubrir nuevos platos y novedades  pero también nos gusta cuidarnos. No somos partidarios de dietas restrictivas en las que casi todo está prohibido. Buscando una forma de alimentarnos saludablemente nos hemos dirigido a los profesionales expertos en alimentación y salud.

Después de una entrevista muy interesante con Fundación Alimentación Saludable, hemos aprendido mucho sobre una correcta alimentación. Agradecemos la sencillez y claridad con que nos han explicado en que consiste  “El Plato Equilibrado”.  Os lo contamos por su beneficio y utilidad.

Alimentarse bien es salud.

Y hacerlo de una manera adecuada es algo básico para alcanzar y mantener un estado óptimo de salud. De esta manera, la dieta cotidiana tiene que adaptarse a nuestras características vitales (edad, sexo, peso y estatura, actividad física, posibles patologías, lactancia, embarazo, gustos y aversiones, alergias o intolerancias, estado de la dentadura, etc.) para garantizarnos no solo un correcto estado nutricional sino también para que los factores de riesgo de ciertas enfermedades estén reducidos y podamos llevar a su máxima expresión la potencialidad escrita en nuestros propios genes.

Es decir: una buena alimentación es una herramienta  eficaz para vivir mejor y más felices durante más años reduciendo el riesgo de padecer diferentes patologías (enfermedades cardiovasculares, obesidad, etc.)

¿Cómo sería la alimentación adecuada?

Evidentemente, sería variada, equilibrada y adaptada a cada uno de nosotros. SEDCA ha emitido, desde hace tiempo, recomendaciones e indicaciones claras al respecto (Recomendaciones para una alimentación equilibrada; la “Rueda de los alimentos”).

SEDCA-rueda de los alimentos

Sin embargo, las condiciones actuales de vida hacen que para mucha gente en España sea complicado seguir este conjunto de recomendaciones saludables: la falta de tiempo, los horarios laborales, tener que cocinar para una persona sola, disponer de pocos recursos económicos… pueden dificultar el hacer la compra y disponer siempre de todas las materias primas básicas en la cocina, el cocinar dos platos y preparar un postre o, simplemente, que no nos apetezca lavar tanta loza y cubiertos.

De todos modos, comer bien y de forma nutritiva es perfectamente factible aunque tengamos poco tiempo y menos ganas. Para demostrarlo, hemos elaborado esta Guía de alimentación saludable y equilibrada en un solo plato.

 

¿Cómo se hace?

Tu plato equilibrado es un plato único que contiene:

 

  •  Una fuente de proteína
  •  Una hortaliza
  • Una fuente de carbohidratos
  •  Agua
  •  Fruta
  •  Aceite de oliva

 

Proteínas

Puede ser pescado, carne o una legumbre. Admite todas las preparaciones culinarias, pero como nos gustan las soluciones rápidas preferiremos la parrilla u otras que no nos compliquen demasiado (en el microondas, papillote, etc.)

Incluso podemos reciclar comida de ayer como hacían nuestras abuelas: la “ropa vieja” es un ejemplo perfecto si nos hemos preocupado de guardar garbanzos, repollo y un poco de pollo o carne del cocido. Cinco minutos en una sartén… y listo Tu plato equilibrado.

Solo tienes que usar tu imaginación para inventar platos únicos sabrosos y nutritivos.

 Hortalizas

Puede ser una ensalada, claro. Pero no todos los días porque, simplemente, necesitamos ingerir verduras cocinadas.

Así, podemos poner unas verduras a la plancha, un asado de pimientos, una escalibada, un pisto, un montón de espinacas a la crema, una menestra de verduras… muchas pueden estar preparadas con antelación o, sencillamente, podemos utilizarlas congeladas o en conserva.

 

Carbohidratos

Un día pueden servir las patatas fritas, pero en general preferiremos las patatas al horno con su piel o cocidas. Son carbohidratos la pasta o el arroz (mejor integrales).

También puede servir como fuente de carbohidratos un rebozado con el que hayamos preparado la carne o el pescado. Y en el ejemplo que poníamos de la ropa vieja, los garbanzos con el pollo cubren perfectamente ambos apartados: la proteína y el carbohidrato.

Asimismo, podemos optar por sacar el carbohidrato del plato y ponerlo a un lado en forma de pan (preferiblemente integral)

Agua

Será la bebida de elección.

Fruta                   

Es el postre perfecto. Si un día queremos un dulce… no pasa nada, pero tendrás que reducir los carbohidratos de Tu plato.

Y para aderezar y cocinar, por supuesto, aceite de oliva. Mejor si es virgen extra.

Y por supuesto, imprescindible actividad física, si no puede ser a diario, mínimo tres días en semana.

Nos ha parecido una formula sencilla y muy equilibrada para comer correctamente.

¿Cuéntanos cuales son tus trucos? ¿Eres fiel a determinados hábitos a la hora de comer? Estaremos encantados de que los compartas con todos nosotros.

Caldereta de cordero

Ahora que las temperaturas empiezan a descender es un buen momento para empezar a disfrutar de diferentes guisos. Uno de los más extendidos por nuestra geografía es la Caldereta de Cordero, con diferentes variantes según la zona geográfica.

En la caldereta, lo fundamental es el sabor de la carne intensificado por las diferentes hierbas aromáticas que se usan.

Este tipo de platos  mejoran su sabor si se deja de un día para otro, por lo que es una buena solución para llevar en ”táper” al colegio o trabajo.

Ingredientes:

1 Kg de carne de cordero troceada (paletilla de cordero con costillar)

1 cebolla

2 zanahorias

2 tomates

½ pimiento rojo

3 dientes de ajo y 1 hoja de laurel

Pimentón de la Vera, hierbas aromáticas (tomillo, romero…) al gusto

Perejil.

200 ml de vino blanco.

Preparación:

En una cazuela (preferiblemente de barro) ponemos aceite de Oliva Virgen. Sazonamos la carne y doramos. Retiramos los trozos de cordero y reservamos.

En el mismo aceite, sofreímos la cebolla y el pimiento cortados de trozos. Cuando se ablanden (2 minutos) añadimos las zanahorias (cortadas en rodajas), el laurel, las hierbas aromáticas, el perejil y un poco de pimentón (1/2 cucharadita). Mezclamos bien e incorporamos el tomate (pelado, muy picado y sin semillas). Removemos y dejamos a fuego lento hasta que se evapore el líquido.

Es el momento de poner los trozos de cordero en la cazuela junto con el vino. Mezclamos bien y damos un hervor de 2 minutos. Cubrimos con agua o caldo (200 ml) y dejamos cocer a fuego lento.

Mientras, pelamos y lavamos las patatas, las cortamos en cuadrados y añadimos a la cazuela.

Dejamos cocer entre 35/40 minutos, hasta que la carne esté tierna. Apagamos el fuego, espolvoreamos perejil y dejamos reposar 1 hora para que se mezclen bien los sabores y el aroma nos envuelva.

Las patatas son optativas y si preparamos la receta para el día siguiente es mejor no añadirlas. Podemos, en ese caso, acompañar la caldereta de arroz o patatas fritas preparadas en el momento de consumir.

Seguro que después de leer la receta ya estáis salivando, no perdáis el tiempo y comprar ahora mismo la carne de cordero (www.carnesmoran.com) para disfrutar el fin de semana de una deliciosa “Caldereta de Cordero”.

¿Cómo la preparáis vosotros? ¿Con patatas? ¿Dónde habéis tomado la caldereta más especial que recordáis?

Ensalada de Couscús

Este plato, también conocido como Tabulé, es un ejemplo claro de “receta que nos une” a los países del Mediterráneo pues sus ingredientes son básicos en nuestras culturas, un cereal, verduras y cítrico así como el toque aromático de la menta o hierbabuena.

Esta receta no ofrece ninguna dificultad en su elaboración y nos permite variar los ingredientes según gusto.

Ingredientes:

  • 150 gr. Couscús
  •  150 ml. de agua.
  • Un pepino.
  •  Una cebolla mediana.
  • Pimiento verde
  • Pimiento rojo
  • Tomates cherry.
  • Aceitunas negras.
  • Maíz dulce en conserva.
  • Hojas de menta o hierbabuena.
  •  Zumo de dos limones.
  • Aceite y sal.

 

Preparación:

Ponemos a cocer el agua con un poco de sal y aceite, la cantidad que indicamos es la más frecuente pero conviene consultar las indicaciones del fabricante. Cuando comience a hervir añadimos el couscús, apagamos el fuego, tapamos el recipiente y dejamos reposar 5 minutos.

Mientras se realiza este proceso, vamos cortamos la cebolla y los pimientos en cuadrados, los tomates al medio. Por supuesto que podemos utilizar estos ingredientes en crudo pero a  nosotros nos gusta saltearlos con un poco de aceite 2 minutos. De esta forma intensificaremos los aromas y la textura será más suave.

Lavamos y cortamos el pepino también en cuadrados, si no os gusta el pepino podéis utilizar calabacín que saltearemos junto con las demás verduras (no así el pepino). Dejamos templar.

Una vez pasados los cinco minutos de reposo del couscús, lo ponemos a una ensaladera, mezclamos con 2 cucharadas de aceite de oliva.

Añadimos las verduras, el pepino, el maíz, las aceitunas.

Hacemos una mezcla con el zumo de limón, 2 cucharas de aceite y la hierbabuena picada, aderezamos la ensalada.

Puedes servirla recién hecha (templada) o puedes dejarla reposar en el frigorífico 1 hora.

¿Qué os ha parecido esta versión de la ensalada de Couscús? ¿Dispuestos a probarla?

¿Ya la conocías? ¿Dónde la has comido?

Hay recetas de couscús con cordero, pollo…¡¡las iremos viendo!!

Costillar de ternera Asado a Baja Temperatura

Después de la publicación “Cocina a baja temperatura” llega el momento de pasar a la acción, poniendo en práctica lo aprendido, con esta deliciosa y sencilla receta ¡para todos los públicos!.

Aunque no tengamos los electrodomésticos específicos para cocinar a baja temperatura, nos preparamos a cocinar un costillar de ternera en un horno convencional que cualquiera puede tener en casa.

Ingredientes:

Guarnición:

  • 1 Pimiento Verde
  • 1 Pimiento Rojo
  • 1 Cebolla Morada
  • 1 Calabacín
  • 8 Patatas baby
  • Sal y Aceite de Oliva Virgen

Preparación:

Limpiamos y secamos bien el costillar con papel de cocina de cualquier resto de humedad. Con un rollo de film envolvemos la pieza con dos o tres capas presionando bien para evitar que queden burbujas de aire.

Después, envolvemos también con papel aluminio e introducimos en el horno a una temperatura de 80ºC durante 13 horas (Os recomendamos dejarlo hacer durante la noche)

Pasadas las 13 horas, sacamos el costillar del horno y si no vamos a consumir en el momento, dejamos la pieza envuelta en el film hasta su consumo.
Llegado el momento, retiramos el film y volvemos a poner en el horno (previamente calentado a 250ºC), regamos con un chorrito de Aceite de Oliva Extra Virgen y con el jugo obtenido en la cocción, durante 15 minutos.
Mientras tenemos en el horno nuestro costillar preparamos la guarnición.
Cortamos las verduras en juliana fina y las salteamos durante 5 minutos.
Las patatas baby las cocemos en abundante agua con sal durante 15/20 minutos.

¡Ya está todo listo para disfrutar de una carne blanda que se desprende de las costillas con gran facilidad!

¿Que os ha parecido la receta del costillar de ternera a baja temperatura? ¿Os animáis a probarla? ¿Cual sería vuestra guarnición preferida? ¿Como soléis preparar el costillar de ternera?

Ya sabéis que para esta y todas las recetas, la mejor calidad y variedad de productos los encontraras en  nuestros establecimientos y también en la tienda Online .

La Ensaladilla Rusa Casera perfecta

¡Al que NO le guste la Ensaladilla Rusa que levante la mano! Nos lo imaginábamos…!!NADIE!!  E incluso nos atreveríamos a afirmar que, para cada uno de nosotros, la mejor es la de nuestra madre, con ese sabor que nos devuelve a la infancia.

Ensaladilla Rusa, el plato estrella del verano parece sencillo pero su preparación es “un arte” y tiene «sus trucos» que, hoy,  queremos compartir con todos los catacaldos.

Saber las proporciones, la calidad de los ingredientes, el tiempo de cocción…es fundamental para un buen resultado final.

Patatas y zanahorias poco hechas o con un exceso de cocción  no son texturas agradables.

Mahonesa muy espesa (tipo ladrillo) o semi-licuada (como caldo) estropea el resultado final.

Por supuesto, como toda ensalada/ensaladilla admite muchas variaciones y para gustos se hicieron los colores. Nosotros nos vamos a centran en la clásica y básica.

¡¡Vamos con ello!!

Ingredientes principales ensaladilla rusa

Ensaladilla Rusa Casera

Ingredientes (cuatro personas)

  • 3 patatas grandes
  • 2 zanahorias grandes
  • 150 gr. de bonito en aceite (por favor, utilizar uno de calidad)
  • 100 gr. de guisantes finos en conserva (tienen una textura uniforme y suave)
  • 100 gr. de aceitunas verdes
  • 2 huevos
  • Pimiento morrón (para la decoración final)

Mahonesa

  • 1 huevo
  • Aceite de girasol (lo escogemos al ser más suave de sabor)
  • Vinagre o zumo de limón y sal.

Preparación

Lavamos las patatas y las zanahorias. Enteras y sin pelar las cocemos en abundante agua con sal. Es importante que el tamaño de las patatas sea similar y lo mismo ocurriría con las 2 zanahorias. Pasados unos 25 minutos comprobaremos, pinchando con una brocheta, el punto de cocción. Si entra y sale con facilidad están en su punto. Si no es así, volveremos a comprobar cada 3-4 minutos para no pasarnos en la cocción.

Los huevos se pueden cocer a la vez que las patatas y zanahorias, dejándolos solo 10 minutos de cocción o podemos hacerlos a parte. Pasamos por agua fría y pelamos.

Dejamos enfriar y mientras…hacemos la mahonesa:

En un vaso alto de batidora, ponemos un huevo, un chorrito de vinagre o zumo de limón (aprox. una cucharada sopera), un poco de aceite y sal. Batimos con la batidora a velocidad media hasta que se mezclen los ingredientes. Iremos añadiendo más aceite (a hilo) lentamente mientras movemos la batidora de arriba abajo con suavidad. Cuando esté perfectamente ligada y con un espesor medio, paramos y comprobamos el punto de sal. Tapamos y dejamos enfriar en la nevera.

Pelamos las patatas y las zanahorias y cortamos en dados pequeños (1 cm. aproximadamente). Las ponemos en un bol con los guisantes lavados y bien escurridos, las aceitunas cortadas en dos mitades y el atún escurrido y desmigado.

Añadimos con un chorrito de aceite para mezclar todo bien. Veréis que no decimos añadir sal, pensad que las aceitunas, bonito, guisantes en conserva  y mahonesa ya lo llevan y podríamos excedernos.  Ponemos la mitad de la mayonesa y mezclamos. Iremos añadiendo el resto hasta conseguir  la cantidad y densidad justa: ni muy pastosa ni demasiado cremosa.

Metemos la ensaladilla en la nevera y dejamos mínimo 2 horas (la temperatura ideal será 6ºC)

Y…a ¡¡disfrutar!!

Esta es la receta de la Ensaladilla Rusa clásica, por supuesto sabemos que admite muchas variantes como… otras verduras (judías verdes, pimiento rojo), encurtidos variados (pepinillos…), algunos mariscos (gambas…) ¿Cómo te gusta a ti? ¿Cuál es la mejor ensaladilla que has comido? ¿Tienes alguna recomendación de restaurante, bar o chiringuito donde la ensaladilla rusa es memorable?

¡¡Vamos cuéntanoslo!! Estamos deseando conocer tus experiencias.

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